Cuando entro en un bar de toda la vida y veo que el ambiente es gente que no lo debe estar pasando particularmente bien en la vida amarrada a un vaso con un cubata y con la mirada perdida en el infinito o, aún peor, teniendo conversaciones vanas y vacías con falsos amigos con los que se cuentan chistes verdes de dudoso gusto y calidad, no puedo evitar deprimirme. Y eso es lo que pasa en este sitio: aperitivos hechos a base de grasa reseca y sin tapar, camareros que no saben hacer correctamente las cuentas ni a la tercera, y una parroquia de habituales de los alrededores que, por desgracia, se refugia aquí por diversas razones. El próximo día que mi merendero habitual cierre antes de tiempo, elijo yo el lugar.
Nuria G.
Classificação do local: 2 Madrid
Estaba por el centro haciendo unos recados y caí en Los Pinchitos. Para resumir se podría decir que es el típico bar«de batalla», donde te sirven mucho de lo que pides, con ese trato rústico de la España de posguerra. Televisor con fútbol, adictos a las tragaperras en su rincón… todos los clichés. Lo más conveniente es ir de cañas, ya que con cada una te dan tapas hasta hartarte. Eso sí, no pidas calidad ni afines el ojo. No es la idea.