Los Arcos

Bar de barrio transformado en pseudo-​alemán cervecería para intentar captar más clientes. El objetivo es claro, precios competitivos, comida y mesas cómodas. Para mí, más que suficiente. De vez en cuando me dejo caer por ahí para saborear esa Grimbergen de barril u otra cerveza de la carta, pero la pinta de Grimbergen es una de mis apuestas favoritas. Tanto dentro como fuera se está a gusto, sin miramiento y sin complicaciones. Suelen atender bastante bien y rápido por lo que es difícil sentarse y sentirse ignorado. Además, con cada consumición, una tapa variada, bien puede ser patatas fritas, aceitunas o incluso, gominolas.
La comida es más o menos la típica para estos sitios, tabla de patatas o de salchichas, hamburguesas, perritos, tostas, etc etc. Pero su punto fuerte reside en la «chimenea». Un cuenco de piedra relleno de carne, chistorra o de morcilla y butifarra, acompañado de patatas fritas. Está bien para una o dos veces, luego pierde ese encanto volcánico.
Aunque lo importante del sitio son sus cervezas. Alemanas, belgas, holandesas, españolas, etc etc. Tienen varias donde elegir, pero nada fuera de lo común del resto de cervecerías de importación tradicionales que te puedes encontrar tanto en el centro de Madrid como en la periferia.

Ya he perdido la cuenta de las veces que he estado en este bar, incluso desde mi época del colegio hemos estado aquí.
Otro de los tantos bares que se encuentran en mi barrio (Aluche) que tanto sirve para desayunar, comer, tomarte un «cafelito» por la tarde como para cenar e incluso tomarte las copas en Nochevieja si no quieres moverte del barrio (y lo digo con conocimiento de causa porque ya he estado aquí más de una ocasión en esa noche tan «turbia» y me lo he pasado como una enana. pero yo con un matasuegras y una copa en la mano no me hace falta más para pasármelo bien, pero eso es otro tema) Además, es una cervecería inspirada en las tabernas alemanas, no se parecen mucho pero es bastante grande y tiene bastante sitio, con tele incluso para los más futboleros.
En esta ocasión comentar mi última «intervención». Una tarde lluviosa y quedar con las amigas, excusa perfecta para un cafetito o coca cola y pasar una tarde tranquis. Café que se convierte en «pues ahora me pido una caña», «pues yo tengo hambre, pedimos unas raciones.», «ahora viene no se quién. otra cerveza entonces.» y casi acabar como la sevillana del wassap.
De precios, refrescos 2 y pico y jarras de cerveza 2 euros. Con cada consumición acompaña sus tapas. Sobrasadas, salchichas con tomate. hay variedad.
Hay un salón bien majo en la planta de abajo, aquí recuerdo haber montado una fiesta con casi 40 personas y estuvimos bastante cómodos. Además, los dueños muy majetes estuvieron atentos en todo momento para que no nos faltase nada, aunque nosotros en esa ocasión llevamos un poco de picoteo extra, además de la parafernalia para decorar.
En la carta hay muchas cosas nuevas que no he probado aún, me llama la atención las «Chimeneas», algo parecido a piedras volcánicas en forma de cuenco de piedra previamente calentadas al horno para que mantengan el calor de la carne a la parrilla o de morcilla, o lo que quieras pedir. Eso me lo tengo apuntado para compartir la siguiente! Y luego tenéis tostas, sandwiches, perritos, bocatas, raciones.
Hoy nos pedimos unas raciones de «braviolis» y no nos convenció mucho la parte de la salsa ali oli, nos pareció bastante sosa y se notaba a la legua que era de bote y de alguna marca blanda y cutrecilla. Un poco desencantados con las patatas. Otra vez se pedirá otra cosa y solucionado!
Ah! punto positivo: WIFI gratis. No digo más XD

Buen sitio para esas cervezas de después de trabajar, e incluso para comer.
Tiene un salón para grupos que esta estupendo para celebraciones pero sin muchas pretensiones

Es una cervecería de inspiración alemana, de esas en las que lo mismo te ides un buen desayuno por la mañana, comes al mediodía, cenas a la noche y, los fines de semana, te puedes tomar una buena copa. Si llamas con antelación puedes reservar para celebrar allí tu cumpleaños o cualquier fiesta. Se agradece mucho que pongan WI-​FI a disposición del cliente, así que puedes ir con tu portátil y tomarte una cerveza de importación a la vez.
Eso sí, la cantidad mínima de cerveza es una jarra (1,9 euros), pero te ponen con ella una buena tapita (lomo rebozado o minihamburguesas, entre otras).
De la cocina destacaría, por encima de las demás cosas, lo que llaman chimeneas (entre 8,5 y 10 euros, según), que son piedras volcánicas en forma de cuenco que meten al horno: cuando te las sirven la piedra mantiene caliente la comida. Mi preferida es la de carne a la parrilla con pimientos y cebolla, pero también está rica la de morcilla y butifarra.