Este restaurante de comida española recoge el nombre de su ubicación, la calle Larra número 13, cerca de la glorieta de Bilbao. Dispone de dos pequeños salones, con una decoración clásica y sobria. La carta es variada, varias opciones de entrantes y varios platos de carnes y pescados para los principales. Además de esto cada día de la semana tienen un plato especial tipo guiso(judiones de la barca, marmitako…) que solo se sirve dicho día . En cuanto a la comida en sí tengo que destacar las croquetas de centollo en cuanto a los entrantes y el tartar de atún y steak tartar en cuanto a los principales. Las croquetas, ocho en cada ración, son cremosas y con gran sabor a centollo. El tartar de atún venía servido sobre una cama de aguacate y con unas pequeñas esferificaciones a modo de topping. Creo que fue el mejor plato de los que probamos. El steak tartar también estaba muy bueno, perfectamente aliñado y con la carne tierna. Las alcachofas sin embargo no estuvieron a la altura. Un tanto duras y algo insípidas. No las recomiendo. En cuanto a los postres la mousse de chocolate blanco con violeta estaba muy rica. La tarta Larra de la casa está indicada para los adictos al chocolate. No es muy grande pero empalaga bastante y viene acompañada de trocitos confitados de naranja. El servicio es muy correcto. En cuanto al precio, en mi caso fuimos con un descuento de un 30% y con dicho descuento salimos a unos 35 € por persona.
Elena C.
Classificação do local: 4 Getafe, Madrid
Es la primera vez que he ido a este restaurante y he salido contenta. No he contado los platos que teníà la carta pero yo diría que mas de 6 entrantes y opciones de carne y pescado. Además de un plato del dia dependiendo de la semana que es lo más barato y es un guiso tipo legumbre o marmitako. Una de las personas que venia conmigo pidió judiones y le pusieron una cazuela de cerámica con bastante cantidad. Las raciones son bastante generosas. Me gustaron mucho las croquetas de centollo y sobretodo el tartar de atun rojo. Con un toque crujiente muy agradable y un sabor distinto a lo que he probado en otros sitios. Las alcachofas me parecieron un pelin duras. De postre pedi mousse de chocolate blanco con esencia de violeta. Dos cosas que me encantan y me gustó mucho. Las mesas son amplias y estuvimos muy tranquilos porque solo habia otra mesa ocupada. El local me pareció agradable incluso en el baño han cuidado los detalles de decoración y estaba en perfecto estado de limpieza.