Buena manera de empezar el ascenso de la calle Pez. Y de tomarse una caña tranquilamente, evitando aglomeraciones como las del Palentino y compañía. Buena cerveza, Alhambra de grifo y varios tipos más en botella. Y además se marcan alguna tapilla más que decente. Como decía, buena manera de coger fuerzas para aguantar lo que te puedas encontrar más arriba. Eso sí, la banda sonora es, cuanto menos, chocante.
Fer A.
Classificação do local: 3 Madrid
Soy un prejuicioso y me gusta entrar en un bar en el que hay gente, movimiento y algarabía porque suele ser síntoma de que dentro hay algo decente que descubrir. Así que el descubrimiento de esta cervecería fue motivado por uno de los integrantes del trío calavera que ya la había visitado y no se detuvo en lisonjas del tamaño de la caña y los aperitivos. Es demasiado amplio para el público que tiene. Lo mismo es que tiene una hora punta en horario diurno o que los lunes solo salimos los crápulas, Alaska y Mario. Aventurandome a adivinar supongo que en horario de oficina, cuando los hijos de la administración de Justicia tengan que saciar su apetito mañanero tendrán más exito. En cualquier caso, la escasez de aforo le otorga una imagen un tanto desangelada. Y es extraño porque la cervecería no está mal ubicada. Se encuentra en la intersección de la calle Pez y las Pozas, casi al principio de la calle si entras por San Bernardo. Tampoco es que sea una decoración post-moderna pero no es un cutre-bar con aroma a calamares, ranciedad y sobaquera. Decoración decente, baldosas de porcelana en la pared con recreación de imagenes. Una tipica cervecería bien decorada, sin excesos ni alardes. Como la taberna dominguez para que se hagan una idea. Los camareros además muy amables y el servicio muy bien, la camarera no sólo amable también bastante guapa(aunque me pierden los rasgos arios). El servicio bastante bueno, rápido, con alegría y buen humor. Las cañas(en vaso de caña) a 1,30 y un aperitivo pequeño o mediano, no excesivamente grande pero si de buena calidad, el primero un canapé de pisto y de segunda ronda unos palitos de pescado que no habrían desmerecido(y yo hubiera agradecido) haberles dado un calentón antes de servirlos. Total, que nuevamente reitero mi sorpresa. Es un bar normal, sin el lujo asiatico del lamucca ni la cutrez y lo económico del Palentino, pero por situación y calidad merece una pausa en el camino.
Zonia Z.
Classificação do local: 3 Madrid
Un cierto cambio de planes por la noche nos llevo a pasear por este area y pasamos por este lugar con una amiga y nos gusto la pinta… asi que entramos. Muy acogedor, no habia mucha gente porque bueno se imaginaran por esta epoca la lluvia es la que siempre esta en la noche. Pero igual entramos. El mesero muy cordial y amable, nos trajo unos tintos muy rapido y unos appetizers tambien, pedimos patatas bravas y la pasamos super bien. La verdad que sitios asi con el trato tan bien y un lugar de aspecto tan acogedor dan ganas de regresar y asi lo haremos :)
Rocío G.
Classificação do local: 3 Madrid
Un domingo a eso de las 22:30 entré aquí a tomar algo, una vez más, por no conocer nada mejor por la zona. Estaba bastante vacío, aunque es muy amplio y tiene bastantes mesas. Tiene pinta de llenarse los findes. Un sitio más donde echar una caña, con tapita incluida. No pedimos nada de comer, pero las cazuelas de huevos rotos tenían buena pinta. Recuerdo que la camarera fue muy maja; le preguntamos si podíamos sacar el vaso mientras salíamos a fumar y nos dijo que no, pero de manera muy amable. Todo llevó a una minicharla sobre la ley antitabaco de esas que tan de moda están ahora(igual ya no tanto gracias a las terrazas. Volverán con el retorno del otoño…).
Irina P.
Classificação do local: 3 Madrid
No sé si os ha pasado que teníais que organizar una comida de esas de finales de algo(máster, carrera, o empresa) de esas en las que se mezclan gente de distintas generaciones, gustos y poderes adquisitivos. A mi me ha pasado, y desde que descubrí este sitio, un acierto. Porque te ponen bien de beber. Y buenas raciones. Y, al final, no sales muy mal de precio. Además, como está en Malasaña, cada una puede tirar un poco donde quiera. ¡Ah! Y tienen un salón privado muy cómodo y cuco.