La Mazmorra

Great place. Interesting décor. First off, it’s hard to find because the maps have it in the wrong place. Go farther south down the street and is there. Iberia ham was amazing. Liked the Padron peppers. Not so much the omelet. Tinto de Ventura was very nice. The lady that works there, I assume the owner, was extremely sweet. Highly recommend.

He pasado muchas veces por delante y siempre he pensado que por su ubicación era el típico bar para turistas. Me llevó un amigo que tenía nostalgia de su época universitaria, cuando se reunía allí con sus compañeros para cenar y empezar la noche con una sangría rica, rica.
El local es más grande de lo que parece. Tras cruzar el «puente levadizo» y bajar las escaleras de piedra te encuentras diferentes estancias, que te recuerdan al interior de un castillo.
De beber, como ya he comentado, las jarras de sangría son míticas y para picar tienes desde tortilla de patatas a setas con jamón, morcilla de Burgos…
En definitiva, un sitio más apuntado en mi lista cuando esté por el centro.

Es un lugar muy especial para mi.
Esta situado detrás de la Plaza Mayor, y siendo la zona que es, en la Mazmorra se pueden tomar raciones a un precio muy razonable y de buena calidad.
En realidad no es un sitio demasiado grande. Cuando llegas a la entrada, tienes que bajar escaleras para acceder al mesón. Ya abajo, las mesas se distribuyen en varios salones, sin embargo es muy estrecho.
Recuerda un poco a una cueva. Y la decoración del sitio es genial, porque en verdad que simula unas mazmorras. Las mesas, los taburetes y tablones para sentarse son de maderas toscas que recuerdan a salones medievales.
Las paredes y los techos, todo muy conseguido, incluso los arcos y techos bajos.
Es gracioso, porque parece que estés de pronto en otra época, y sin embargo, el hilo musical te estropea un poco la atmósfera… jeje te ponen música de salsa o pachangeo de fondo.
Tienen un horario peculiar. Abren de 13.00 a las 17.00 aproximadamente y después cierran para volver a servir de 19.00 en adelante. Por ello es interesante darles un toque antes y asegurarse que estarán abiertos y que disponen de mesas libres, sobretodo si vas con mucha gente.
Algo típico que siempre suelo pedir, es la jarra de sangría y la tortilla de patatas.
Luego también recomiendo la ración de morcilla y la ración de setas con jamón, o champiñones al ajillo.

¡Sorpreson! He pasado mil veces por este sitio y EN LA VIDA habría entrado aquí. No sólo parece el típico sitio turístico donde te van a meter un palo de escándalo, sino que tiene una pinta horrible, insisto, no habría entrado si no fuese por las otras reseñas de Unilocalers que me animaron a hacerlo y… ¡menos mal! Es un sitio fantástico para picar algo, con raciones a precios más que ajustados y muy ricas. Un servicio majo y muy apañado redondea este sitio que bien vale la pena probar.

Este sitio es bastante famoso porque sus raciones están buenísimas y no es nada caro para la zona en la que se encuentra. El local además es chulísimo, en una cueva de las que el subsuelo de Madrid está repleto, y que está acondicionada, aunque en verano hace muchísimo calor, cosa que siendo un cueva me extraña, pero claro, si le sumamos el calor de la cocina y los platos… es un poco horno, así que mejor no vayáis cuando hace mucho calor. Y cuidadín con las escaleras, que subirlas cuesta mucho después de la cena, pero bajarlas rodando es mucho más fácil, y lo he visto en no pocas ocasiones.
Las jarras de sangría corren por las mesas sin cesar, y os recomeindo que pidáis el chorizo a la sidra, ¡bueno bueno buenísimo!

Podría ser el típico bar de tapas y raciones madrileño si no fuera por su decoración y su emplazamiento. La Mazmorra está dentro de una cueva, algo que se ve nada más comenzar a bajar por sus escaleras.
Cuando estuve era sábado por la noche y tuvimos que esperar media hora en las escaleras, pero mereció la pena. Está decorado como si fuera, valga la redundancia, una mazmorra medieval, con sus puertas de barrotes.
Más allá de sus ornamentos, la comida es lo que se intuye, raciones y tapas, eso sí, a muy buen precio y con algunas cosas muy sabrosas, como la tortilla de patata, que me recordó mucho a la de casa. El servicio es muy agradable, mención especial para su dueña.
Una alternativa a tener en cuenta para una cena en grupo y sin tirar mucho de cartera.

Adoro La Mazmorra, a pesar de su aspecto, de tener unos baños como cuchitriles y de tener una atmósfera asfixiante. Pero así es La Mazmorra. Creo que por allí he llevado a todos mis amigos y conocidos a tomar sangría y cerveza y a hincharnos a raciones, porque si algo bueno tiene es la comida que aunque sean las típicas raciones tienen cantidad y buen precio, a pesar de la zona en la que se encuentra.
Por supuesto hay que tener mucho cuidado, sobre todo las usuarias de tacones porque la subida por las escaleras, después de seis jarras de sangría es bastante peligrosa.
Siempre que he ido estaba lleno pero no impedía una buena conversación con la gente. Los camareros son rápidos y se manejan bien por la oscuridad en la que está inmersa el local.
Si puedes abstenerte de ir en verano mejor, porque el calor es asfixiante y los ventiladores no hacen mucho.

Uno de los sitios de tapas más conocido del centro de la ciudad. Se encuentra cerca de la plaza Mayor, enfrente de las cuevas de Luis Candela.
La entrada está adornada como la entra de un castillo y la gente del sitio sabe lo que es preparar verdaderamente unas tapas!
Los precios son razonables y la comida es buena y española.
RECOMENDADO