Kimura

El sitio es pequeño y elegante, el servicio es inmaculado y muy agradable. Te atienden siempre con una sonrisa, puede que porque sean japoneses.
La calidad de la comida es muy alta pero te quema al bolsillo. Lloras a partes iguales de placer al comer y de dolor al pagar.

Estupendo!!! Fui con la mejor compañía y, entre ellas, estaba la más querida japonesa Unilocaler de Madrid. Ella fue la encargada de pedir ya que era la que más conocía el tipo de cocina y también el restaurante.
Probamos un poco de todo. Es un gustazo venir a estos sitios con un grupo grande de gente porque te permite dar un buen repaso a la carta. Tengo que decir que, ninguno de los platos me decepcionó. Todos estaban sublimes. Probamos el sashimi, el chirashi, maguro, ankimo, agenasu, … hasta me gustó el aperitivo que te ponen nada más sentarte en la mesa.
El lugar es confortable y muy agradable. El trato fue excelente. Sin dudar, yo voy a volver. Eso sí, tomaré nota de lo que mi querida amiga japonesa me diga que me queda por probar.

Excelente restaurante japonés, al parecer el mejor de Madrid, en eso no puedo opinar mucho porque era la primera vez que iba, pero nuestra amiga japonesa lo corrobora.
Aquí tuvimos ventaja ya que fuimos con ella, por lo que se dedicó a pedir multitud de platos para que probásemos de todo un poco, llegamos a probar cerca de 10 platos (éramos un grupo de 14 personas), takoyaki, que son como unas croquetas de pescado deliciosas, agenasu que son berenjenas aliñadas, habas, shushi, chirashi, sashimi, niguiri, karaage que era pollo, algún plato de ensalada, con algas, nabo y salsa de soja con vinagre.
Para resumir, nos dejamos aconsejar y el tema salió estupendo, comimos de todo y muy variado, la carta está muy bien explicada con los ingredientes que lleva cada plato, lo cual ayuda a elegir.
La calidad es muy buena y el precio es bastante razonable.
Por cierto tienen una cerveza japonesa muy rica.

Kimura es, para mí, uno de los mejores japoneses de Madrid. Y hablo de japoneses sin fusionar donde se respeta el producto… ¡Y qué producto!
Uno de los mejores sushi de Madrid, sin duda, lugar perfecto si te gusta el sushi tradicional, sin aceites de trufa ni moderneces varias ^^ Donde el pescado es de graaaasn calidad, el corte perfecto y el arroz tienr muy buena textura. Delicioso también el maguro kimuchi, con trozos grandes de atún.
Entre los platos calientes, el curry está delicioso y el filete tonkatsu crujiente y jugoso (y sin nervios ni grasas). El karaage no está nada mal, muy tierno y sabroso, aunque quizás le falta una pizca de marinado.
El local es muy agradable, limpio y de colores claros, sin grandes adornos y el equipo, proveniente del gran (y ya cerrado) Aki es muy agradable y amable.
Estupendo sitio, sin duda.

Este pequeño restaurante, ubicado a escasos pasos del Retiro, es una muy buena opción en cuanto a cocina japonesa se refiere.
Echando un primer vistazo a su carta nos hacemos una idea de la importancia que le dan al sushi y sashimi, espectaculares ambos, aunque también disponen de otros platos interesantes.
Como entrantes he podido probar varios. El agenasu, unas berenjenas ligeramente fritas con una salsa de soja dulce, está realmente bueno. El ankimo, hígado de rape, con su salsa ponzu, un acierto también. El ika-​ume, tiras de calamar crudo sobre una salsa de ciruela es interesante y tienen takoyaki, para los fans de los buñuelos de pulpo japoneses.
Suelen tener platos especiales del día fuera de carta, dependiendo de mercado, no dudéis en preguntar.
Y todo mientras os tomáis una kirin de grifo o alguno de los varios sake que tienen en la carta.
El personal es tremendamente amable y bilingüe, ya que son todos japoneses.
La decoración y aspecto es muy bueno, con mucha luminosidad.

I highly recommend this sushi restaurant. The fish is of excellent quality. I had the salmon and avocado sushi roll (6pieces) which was simple and very tasty and the lightly seared tuna. They don’t seem to have the various amounts of rolls with the sauces like back in the U.S. So if you are looking for that this is not the place. This place is located off the beaten path but worth the 10 minute walk from plaza cibeles. Albeit a bit pricey $$$ but like I said the quality of fish is high grade. I’ll be coming back to try the special sashimi.

Cena en KIMURA, restaurante japonés abierto en enero de este año por el Sr. Yasuhiko Kimura después del cierre del restaurante Aki, en el cual trabajó durante 25 años. Situado en Alberto Bosch, una calle residencial entre el Museo del Prado y el Retiro, ocupa un local amplio, distribuido en dos alturas. En la plata baja una barra de sushi donde oficia el maestro y en la alta dos comedores con unas 12 mesas en total. Decoración sobria y minimalista, en tonos blancos y grises. Carta amplia con especialidades japonesas tradicionales (ramen, yakitori, temakis, etc.), además de sushi y sashimi.
Nada más sentarnos nos pusieron un aperitivo de salmón marinado en vinagre con algas muy rico. Dos personas, pedimos a compartir:
— Gyozas (7,50 €). Seis unidades de estas empanadillas de carne y verduras, ligeramente pasadas por la plancha. Muy suaves y sabrosas.
— Agenasu (6,50 €). Trozos de berenjena frita acompañados de una salsa agridulce. Acompañadas de semillas de sésamo, nada aceitosas, muy logradas.
— Somen (7,50 €). Tallarines fríos, servidos en un bol con agua y hielo, acompañados de una salsa de soja y sake. Bastante buenos, un plato apetitoso y muy refrescante.
— Surtido de sushi (22 €). 9 piezas de sushi variado y 6 norimakis de salmón. Pescado fresco y de calidad, perfectamente loncheado, con el arroz suelto y en su punto. Aunque todos los niguiri estaban bastante buenos, los mejores sin duda los de salmón.
Para beber un blanco gallego Marqués de Vizhoja (11 €) servido adecuadamente. Servicio atentísimo y eficaz, como en casi todos los orientales. Una pena que estuviese muy poco ambientado, un jueves a la hora de la cena sólo dos mesas. Y es que la zona no es buena para poner un restaurante, demasiado residencial y un tanto alejada de buses y metro. Sin sitio para el postre, pues acabamos bastante llenos (y con licores de parte de la casa) pagamos 54,50 €.
La comida nos pareció muy buena, tienen mucho potencial, pero van a tener que superar el obstáculo que supone la pésima localización del negocio. Nosotros volveremos, seguramente a probar el menú de mediodía (entre 12 y 16 € dependiendo de lo que se pida), que tiene una pintaza extraordinaria.

El restaurante se sitúa en la calle de Alberto Bosch, a escasos pasos del Museo del Prado.
Nada más entrar salta a la vista un espacio con gran luminosidad, donde luce una barra totalmente pulcra mostrando la frescura y calidad de sus pescados y mariscos. Subiendo unos escalones se llega a una sala acogedora con unas 6 mesas.
De entrante pedimos agenasu (berenjenas fritas), takoyaki (croquetas de pulpo) y ankimo (hígado de rape). Son tres platos variados y distintos, pues, además de sus sabores y texturas, sus salsas se distinguen muy sutilmente.
Agenasu está aderezado con la salsa de soja azucarada, takoyaki con la de takoyaki-​sauce (una salsa mixta al estilo otafuku-​sauce), y ankimo con ponzu — nuestra salsa japonesa con toques de vinagre y cítrico de gran calidad!
Son entrantes aptos para acompañar con cualquier bebida, bien sea sake, vino o cerveza.
En esta ocasión empezamos con una cerveza y luego optamos por un sake frío.
Como plato principal yo escogí un chirashi (sashimi variado con arroz) y mis amigos, sashimi y yakizakana (pescado blanco a la plancha). Como se aprecia en la foto, los dos primeros platos tienen aspectos bastante parecidos, en este caso la única diferencia es: chirashi — con arroz y sin tsuma (suelen ser nabos cortados finamente), y sashimi — sin arroz y con tsuma.
Del tercer plato — yakizakana -, no me acuerdo bien, sería que no llamó poderosamente mi atención.
Por último si te gusta el wasabi, que es una pasta verde picante, mi consejo es no mojarlo o mezclarlo en la salsa de soja no vaya a ser que pierda su peculiar y rico aroma.
El servicio es muy correcto y agradable desde el principio hasta el final.
Es uno de los pocos sitios donde trabajan sólo los japoneses.
Se recomienda reservar la mesa.

Esta muy bien principalmente sushi y demás, y algunos platos muy ricos como OYAKO DON

Un nuevo restaurante japonés en Madrid, pero a cargo del que fuera el jefe de cocina del ya cerrado Aki, para muchos uno de los mejores japoneses que había en la capital. Y no defrauda, porque mantiene los estándares de calidad, con un sushi espectacular, aunque clásico (aquí no encontraréis panceta y huevo de codorniz en el sushi).