Me llevo una amiga, sin saber donde iba y la verdad es que me chifló!! Bajar unas escaleras donde te esperan unas grandes cortinas oscuras, crean un halo de misterio que me encantó. Cuando abres las cortinas te encuentras dentro de un pub con una decoración muy cuidada, donde unas mesas con sillas te reciben junto a una gran barra con luces de cabaret pijo. Al final del pasillo ves unos sofás con mesas donde también se puede cenar. Una cocina internacional, cuidada y exquisita. Calidad-precio buena Los camareros en todo momentos atentos y siempre con una sonrisa en la boca, de esas que dan gusto mirar porque te hacen sentir a gusto. He de reconocer que es un sitio de estilo pijo pero que merece la pena acudir sin duda. Recomendación: Huevos chef(Huevo poché, salsa de boletus y trufa rallada) De verdad que están exquisitos.