It Dogs

Un descubrimiento genial. He pedido un chihuahua con cava. Delicioso y muy barato. Tenéis que venir.
Los ingredientes parecen buenos y están ricos, el servicio bueno y el precio bastante ajustado. El único problema que le veo es el limitado espacio, pues es un sitio para venir de dos en dos. Además el concepto de cava y rosado con hot dogs, junto con la decoración tan top le viene muy acorde.

Fuimos un grupo de Unilocaler después de un evento de vinos buscando algo bonito y barato por la zona de fuencarral y nos decantamos por este sitio. Es un local enano (entrarán como máximo y sin pelearse y golpearse unas 20 personas). Al entrar la cara de horror y sorpresa del camarero nos hizo pensar que no nos atenderian pero eficientemente nos indicaron donde situarnos y como para tener sitio los 9. Una nota a tener en cuenta es la cantidad de extranjeros (especialmente de nacionalidad francesa) nos encontramos dentro del local.
Respecto a la carta, comentar que me pareció algo cara (de 5 € a 7 € el perrito, el vino verdejo y la brabante láser 2,5 €). Llama la atención la originalidad de los nombres de los Hot dogs todos tienen que ver con diferente razas de perros pero, una vez que llegaron no me convencieron. La salchicha brilla por su ausencia en sabor, apenas sabe como debería además, yo me pedí dos perritos. El primero, chihuahua (mejicano) tenía mozzarella en vez de queso cremoso y no estaba ni gratinada ni nada, las jalapeños estaban buenos pero el conjunto no me. convencía. Me pasé al caniche y tampoco me supo a mucho. Desde luego no era para tanto y hasta me parecieron caros para la calidad que servían. Además de que lo acompañaban de chips. Lo cual le quita aún más valor.
El punto bueno es especialmente el trato, el servicio es filipino y como suelen ser de su nacionalidad son muy amables, cálidos educados y atentos. Se lo recomiendo a alguien con prisas y que no se quiera mover mucho por la zona o que ya conozca el sitio. Si no, para tomar un buen perrito a buen precio y tb con buena cerveza, me iría hasta el Feltmans de Sevilla.

Pequeño local especializado en hot dogs.
Los tienen de varios tipos, casi todos con nombres de perro, a saber, chihuahua, snautzer, caniche, etc…
Los precios van desde 5 € a 7 € y los hay para todos los gustos, más clásicos o más atrevidos.
Yo me incliné hacia un chihuahua primero, con guacamole, queso fresco y jalapeños y un caniche, con cebolla caramelizada, después. Todo ello con unas cañitas de bravante lager de barril.
El local es pequeño, muy pequeño y por lo tanto un poco ruidoso, pero el personal, todos de origen asiático, muy serviciales y atentos.

Un lugar muy pequeño, sobre todo si vamos nueve personas… Pero he de decir que los perritos de allí están muy buenos, mucha variedad con sabores originales el precio es común a casi todos… 5 €. Había alguno de 7, el de pavo con curry, que tenía un aspecto muy bueno… Pero no pude probarlo, ya que previamente me comí dos… Y por gula hubiese caído el tercero… Pero es un pecado capital, y eso es muy grave… Eso si, me tome varias cervezas, que eso no es pecado. Yo volvería a este bar de recena, después de haber tomado unas cañas y si los aperitivos no te han saciado lo suficiente… O sea, volvería por gula ¿?

Éramos un grupo de Unilocalers guiadas por otro Unilocaler, Edu. Os aseguro que Edu es de total confianza, ya me ha enseñado varios lugares y nunca falla.
El It Dogs es pequeño. Así que, al vernos uno de los camareros puso cara de ¡horror! Algo normal. Íbamos 9 y no habíamos reservado ni nada. A partir de ahí, el trato de dicho camarero fue exquisito.
Pedimos perritos y repetimos. Yo pedí snautzer y chihuahua. Os los recomiendo. Muy, muy ricos y con ingredientes muy sabrosos.
El precio medio del perrito es 5 euros y la cerveza cuesta 2,5 euros.
Buen precio, comida rica, buen trato al cliente… Yo repito fijo.
Por cierto, nos hicieron hasta una foto. Cualquier día veo a los y las Unilocalers siendo la contraportada de la carta…

Entramos porque buscábamos algo barato por la zona, y porque el concepto del restaurante llama la atención: son perritos calientes de diferentes nacionalidades, con nombres curiosos (Chihuaha el mexicano, Caniche el francés, y chuho el que te montas a tu gusto, por ejemplo), y los perritos de las fotos no tenían mala pinta.
No defrauda: es un sitio barato con perritos muy ricos (y todo fresco, lo cual es muy raro), y es una de las opciones más económicas del barrio, sin tener que recurrir a una cadena.
Pero tiene algo aún más raro: el trato es excepcional. Te hacen sentir un cliente especial, y se preocupan porque estés satisfecho. La mujer que nos atendió era amor.