Hontanares

Magnífico restaurante en avenida de américa en el cual podrán deleitarte con desayunos continentales o con los tradicionales, con una repostería que ya la quisieran muchos comercios y unos precios competitivos. simplemente genial!!!

Esta megacafeteria de difícil encuadre estético y precios elevados cuenta no obstante entre sus puntos fuertes con una arraigada historia que data de mas de 50años, lo cual le lleva a ser uno de los puntos de referencia de avenida de América. Además su amplio horario acorde a su amplio espacio, y su posición frente al intercambiados de buses la sitúan como una opción fácil para tomarse algo si quedas por allí.
Sin embargo su tosca amplitud merma peligrosamente la personalidad de esta cafetería, y si añadimos sus precios y su atención no demasiado“atenta”, personalmente preferiré siempre ir a otro sitio. Eso si su oferta de bollería es bastante recomendable…

Por un general las cafeterías de las estaciones de autobuses suelen ser anodinas, y casi siempre cuasi antros no demasiado higiénicos ni bien cuidados.
Y esta cafetería, pese a no estar en sí dentro del intercambiador de Avenida de America, es un poco de ese tipo, por favor no entréis!
La cafetería no tiene nada que te llame la atención, los camareros no te saludan, tardan en atenderte, te atienden mal, los menús son para salir corriendo y para colmo no es precisamente barato. Algo debe de tener que yo no acierto, pues siempre esta hasta arriba de gente. Supongo que estar en el Intercambiador, y ser un clásico ayuda.

Hacía demasiado frío en la calle como para seguir esperando al resto de gente en la salida la boca del metro. Así que decidimos entrar a la «Hontares» y desayunar tranquilamente.
Nada más entrar un camarero nos ofreció pasar al salón y tomar lo que quisiéramos allí, éramos siete con nuestras respectivas maletas y a pesar de que la cafetería es grande, al ser más bien alargada ocupábamos demasiado. Todo me pareció correcto, claro que no caí que los precios por desayunar en la sala son algo más altos. Aun así todos quedamos contentos.
El trato de la camarera fue muy cordial y no puso objeción alguna en que dos personas no consumieran nada. Tanto nos gustaron los croissants que comimos que decidimos comprar en el mostrador de la pastelería unos cuantos dulces más para el viaje.
Desde entonces, esta cafetería es nuestro lugar de encuentro. El establecimiento es muy completo, ya que no solo tiene la parte de bar y el salón, también tiene otra zona con panadería, pastelería, bollería e incluso comida preparada para llevar. Además los precios son asequibles aunque reconozco que el suplemento por consumir en la sala no me gusta. No es nada de grandes lujos pero está muy bien ubicada en el sitio en el que está, enfrente de la salida de la estación de autobuses y de metro de Avenida América.

Es un punto de encuentro muy práctico porque está a la salida del intercambiador y metro de Avenida de América. Viví en esta calle durante casi cuatro años y es una zona muy concurrida donde a veces te apetece huir del bullicio. Su gran cristalera te aísla del ruido de la ciudad creando un ambiente agradable y tranquilo. La panadería y pastelería tiene productos de gran calidad, especialmente las tartas. En este caso la calidad se paga.