Hermanos Cabrera

No daba un duro por este sitio y volví porque no me creía lo bueno que estaba todo.
Una noche en la que no había casi ningún bar abierto me acerqué a este que estaba cerca de casa. En un primer vistazo parecía que no iba a tener mucho éxito en mi investigación pero la verdad es que me llevé una sorpresa bastante agradable.
La comida es abundante y con unos precios que te invitan a volver todos los días. La cocina parece estar llevada por una abuela porque todo está muy sabroso y en gran cantidad. Sinceramente me pareció todo muy casero y eso se agradece en una ciudad en la que la mayoría de sitios están llenos de tapas pre-​cocinadas.
Nos atendieron debidamente e incluso nos dieron facilidades a la hora de cambiarnos de sitio porque apareció un amigo inesperado, el viento huracanado.
Cabe destacar que podríamos haber cenado con las tapas que nos sirvieron junto a la bebida. En este lugar, las proporciones son monstruosas y eso hace que el disfrute sea igualmente mayúsculo.
¡Salud!

Sin quererlo, este sitio se ha convertido en mi «parroquia». Normalmente lo visito por la tarde-​noche, pero también he desayunado aquí alguna vez. Yo creo que en su momento empecé a ir por tener la terraza más grande de Avenida de América, en detrimento de su interior, donde solo están la barra y un par de mesas. Pero eso quedó solucionado con una hermosa terraza cubierta acristalada que estrenaron hace un par de meses o así, bastante bien acondicionada.
Pero si continué yendo también fue por el trato amable (llevo un tiempo echando en falta al camarero cubano, un cachondo), si bien un poco lento; porque tienen Trina (y Mahou) y me lo ponen con vino; y porque la relación calidad-​precio es bastante buena, aunque creo que a causa de la reciente terraza de invierno se han encarecido un poco los precios (refrescos y tercios, 2,50 €).
En la carta, desde raciones y bocadillos hasta sándwiches y tostas, pasando por desayunos dulces o salados. Y siempre siempre ponen algo de aperitivo.
Un pequeño gran lugar.

Este local está muy bien de precio teniendo en cuenta que está situado en pleno intercambiador de Avenida de América.
Tiene una terraza muy amplia, bastantes tapas y muy variadas y las mahous muy frías. El camarero es muy amable y rápido! Qué más se puede pedir!
Ah! sí, que el bus y el metro están en la misma acera, por si se te fuese la mano con las cervezas ;p