Hermanos Aroca

Coge el balón Cesc, el más joven de todos. Y con sus huevos gordos se pide tirar el penalti decisivo. Anda tranquilo hacia los 11 metros. Yo estoy al borde de una pampurria. Mis colegas me agarran por el hombro uno a cada lado y a éstos a su vez les agarran otros amigos. Cesc planta el balón. Coge aire. Es verano de 2008. Hace calor pero a nadie le importa. Cesc mira a Buffon y patea el balón. La red se mueve. Cesc empieza a gritar. Alguien se me sube a la espalda. Yo empiezo a correr entre las mesas del bar. Acabamos de pasar por primera vez a semifinales de la Eurocopa, se ha roto el maleficio.
Así que este bar es talismán. Aquí empezó todo lo concerniente a la felicidad futbolística que nos propició la Selección. Así que cada cierto tiempo toca retornar al Hermanos Aroca a honrarlo… y a ponernos morados con las ofertas: un mini de cerveza, una ración gigante de patatas bravas y otra igual de grande, 13 eurillos. Si no te gusta la oreja, puedes pedir chopitos, lacón, chorizo frito…
Tiene dos pantallas enormes y muchas mesas, así que para ver el fútbol es genial!