Mira que es fea la estética del bar! Y, oye, con un toque aquí y otro ya… Pues quedaría tan mono y tan vintage. Porque es setentero, setentero. Eso sí, es un gran bar. De esos que están regentados por gente super maja y que saben cuidar a la clientela. El caso es que tiene una buena ubicación, ya que está muy próximo a San Cipriano y al lado del metro. Si entras, ve con muuuuucho hambre. Es pedir una caña y te cae una tapa riquísima y, por supuesto light, de mollejas, migas, chorizo, paella… Y, claro, no sólo vas a pedir una. Aquí caen unas cuantas. Tienen raciones de las típicas y, seguro, de tan buena calidad como las tapas. Todas ellas a un precio excelente. Es lo que tiene tapear por Vikal… Flipaaaa con lo que ponen y los precios son populares. Por cierto, el bar es muy grande.
Roberto C.
Classificação do local: 5 Madrid
Bar tradicional que puede engañar, no os dejéis engañar por las apariencias. Tomamos cazuela de albóndigas y eran exquisitas, mejor que hechas en casa, muy jugosas. Especialidad en torreznos, no os lo perdáis. Por si fuera poco el dueño un encanto, nos sentimos como en casa.