El Albatros es un sitio diferente. Tex Mex hay muchos, pero dedicados a la cultura y al buen ambiente, sólo éste. El comedor, convenientemente redistribuido, permite organizar lecturas, música, charlas… y anteanoche albergó una sesión de cuentacuentos que nos dejó a todos con ganas de más y suplicando bises. Aparte de eso, el local es majo, esa es la palabra. Decoración chula, de ambiente tex/rocker, bien atendido y con una carta sencilla y de precios muy razonables. Aconsejo que, si elegís un perrito, os tiréis sin dudarlo a su versión super, con 28 cm de salchicha.
David C.
Classificação do local: 4 Madrid
Un bar de referencia de toda la vida de Vicálvaro. Decorado con un estilo puramente yanki, forrado de madera, sureño de Texas, con sombreros de cowboy colgados encima de la barra, cráneos de animales, un mapa tallado en la madera de EE.UU. Todo muy country, muy rockero, muy motero… Antonio, que es su dueño es una persona muy peculiar, un tipo simpático, trabajador y que disfruta de su trabajo. Tiene en la carta unas haburguesas excepcionales, aros de cebolla, patatas, costillas, carnaza, vamos«american food», todo de buena calidad y precios muy acordes con el barrio. Hacen diferentes actividades gratuitas, como bailes country, clases de conversación en inglés, conciertos o aperitivos musicales. Por supuesto te puedes tomar unos botellines con su aperitivo correspondiente mientras escuchas un poco de rock de fondo. Si buscas comer bacalao o merluza y escuchar música comercial de fondo… este NO es tu sitio.
Roberto C.
Classificação do local: 5 Madrid
Increíble decoración tradicional americana. Te parece entrar en una taberna del sur de USA. Música country, paredes forradas de madera, repletas de banderas, matrículas, cactus y hasta un surtidor de gasolina. Para los atrevidos el miércoles country dance. La dueña y la camarera encantadoras. Si te apetece algo diferente pásate.
Paz R.
Classificação do local: 4 Madrid
El Albatros está cargado de cachivaches que le hacen de decoración y que le definen como el local peculiar y especial que es. Todos los sombreros vaqueros que hay colgados en sus paredes, nos llevan a un viejo cowboy, Antonio, el dueño de este bar. Antonio, junto a su mujer, han sabido transformar este espacio que ha pasado de un bar de barrio en el que puedes tomarte una cerveza y/o una buenísima hamburguesa con precios más que razonables, a ser eso y mucho más. Aquí te encuentras con música en directo día sí y día también, con un espacio para hablar inglés, con una escuela de baile de música Country, un lugar para deleitarte de poesía… Por supuesto, todo ello regado con la bebida que elijas que vendrá acompañada de un buen aperitivo y, si quieres algo más, echa un vistazo a la carta. Definir el Albatros es dífícil. Lo que sí tengo claro que es un lugar que hay que conocer.