Me encanta esta cadena de panaderías y cuando la mañana del viernes pasé camino del trabajo y vi que habían abierto una me llevé una alegría. Al fin tengo donde tomar algo en condiciones antes de pasar por las minas de sal, o donde comprar algo de pan decente antes de volver a casa. Porque hacen buen pan. EL local es amplio y cómodo, y está bien situado. COnfío en que aguanten, uno acaba por deprimirse viendo como cierran todos los sitios medio buenos y sólo sobrevivien los que no pisarías ni atado.