Gourmet Experience

only 3 restaurants at this location (plus gastrobar) but worth coming to try streetxo to see the future direction of dining. david Munoz to slated to open StreetXO NYC in 2016

Streetxo. Nada del otro mundo, nuevos platos pero no me ha sorprendido demasiado. Uno de los sitios con más nombre que contenido. No emociona.
Coctelería normal
Camareros despistados
Cola para entrar
Cocineros demasiado apresurados a la hora de explicar los platos
Buena música ambiental
Taburetes originales pero incómodos
Servicio de comida demasiado. Se te juntan todos los platos.
73 € del ala por 4 platos (ver fotos), un cóctel y dos cervezas. En barra claro, que es dónde debería estar el espectáculo

Siete estrellas Michelin y tres conceptos: Rocambolesc, heladería de Jordi Roca y Alejandra Rivas, en lo que supone la llegada de la saga Roca (El Celler de Can Roca) a Madrid; Salón Cascabel, antojería creada por Roberto Ruiz, su mujer María Fernández y su socio Martin Eccius de Punto MX, único restaurante mexicano con estrella Michelin en el mundo; y StreetXO, fórmula del triestrellado David Muñoz creada hace 2 años como una barra dentro de El Corte Inglés.
Todo ello dividido en dos plantas a las que se accede desde dos ascensores panorámicos. La sexta planta está centrada en la venta y degustación de productos gourmet, además de contar con una gran bodega (con servicio de descorche), el gastrobar experience y su showcooking.
En StreetXO David Muñoz, con 3 estrellas Michelin en Diverxo, continúa con la filosofía de street food con referencias de todo el mundo; una cocina cada día más viajera aunque con muchas influencias de la cocina asiática. Una larga barra rodea la cocina en la que los cocineros preparan al momento los platos de una breve carta a base de carne o pescado con una mezcla de sabores ácidos, agridulces, picantes, texturas crujientes… Anticuchos a la brasa, lasaña coreana, tortilla de patata guisada con carabineros, raya a la brasa en hoja de banano, tuétano con jalapeños y churros, destacando sobre todo el chilli crab, cangrejo en salsa picante, con pimentón y chiles chipotles, a la que Muñoz le da un toque de palo cortado. Además, puedes saborear, de la mano de su nuevo fichaje, el bartender Carlos Moreno (O’Clock), una serie de cócteles como horchata de sake y lichis, pistachos al cardamomo o tostados y asados de piña con ron; hay uno inspirado en la típica salsa que se añade a los rollitos de primavera.
Rocambolesc se decanta por el dulce con creaciones heladas poco habituales: chocolate 70%; manzana asada basada en un antigua receta de la madre de los Roca; Vainilla de Papantla, México; yogurt y leche de oveja, un postre clásico del Celler de Can Roca; algodón de azúcar; sorbete de carota, una mezcla de zanahoria, mandarina y albaricoque o una edición limitada de helado de Panettone. Tienes que probar su «helado caliente», un brioche con cualquiera de los sabores en su interior y marcado en una plancha. Además te encontrarás con una serie de humorísticos polos, como el Polo Rocatocha de fresa y agua de rosas con la forma de la nariz de Jordi o el Helado Oscuro, de arándanos y vainilla, que es Darth Vader pero también con la nariz del chef.
El chef Roberto Ruíz está al frente de Cascabel, cálida y acogedora antojería de sabores mexicanos; una barra con taburetes altos y varias mesas redondas con una atmósfera propia de un salón de los años 50, aunque también puedes llevarlo en una bandeja y comer en la terraza exterior disfrutando del espectacular atardecer de la calle Serrano.
Puedes empezar por el Guacamole ‘Cascabel’ o el Aguachile verde de langostinos, y seguir con las Tostadas de cebiche de vieiras, el ‘Fish’n taco’ (bacalao en tortilla de trigo), Pollo zarandeado o el plato más contundente de la carta de Cascabel: Machete, un costillón de res norteña a las brasas, laqueado con salsa de chiles, en una pieza de 1,2 kilos, pensada para compartir o Tacos como el Árabe (carne de ternera y tzalziki, la tradicional salsa de yogur), el Ibérico de cochito y corteza o el de Chuletón de vaca.
La coctelería ofrece una carta con 6 combinados, elaborados con mezcal y tequila, como el ‘Cascabel’, con mezcal, mango y chipotle, el ‘Bloody Sahuaro’ o el ‘Margarita Coyote’. La oferta se completa con cerveza de barril, mexicana y michelada (cerveza, limón, sal y salsa picante), junto con una colección de tequilas y mezcales. Como bebida no alcohólica, está la ‘Morra fresca’, un combinado con fresa y lima.

He comido en estos «Gourmet Experiences» varias veces, más recientemente en el restaurante mexicano en éste. Nunca está mal — la comida suele ser de buena calidad. Pero es caro — casi 20 euros por un plato pequeño y una bebida — y en general preferiría comer en un restaurante.