Ginger Boy

Sólo he probado el pad thai de gambas pero me hace llorar de emoción. El local es pequeño, bastante, de hecho, aunque tiene una barra con taburetes solamente hay espacio para 6 ó 7 personas, así que lo más habitual es pedir la comida para llevar, las veces que lo he hecho he llamado primero para hacer el pedido, he dicho la hora aproximada a la que iba a llegar y lo tenían todo recién preparado así que la comida ha llegado caliente a casa. Tienen un menú del día con muy buena pinta que tengo muchas ganas de probar, habrá que volver :)

Después de conocer este sitio por Unilocal,decidimos pedir por tlf e ir q buscarlo 15 minutos después.
Pedimos rollitos de primavera, la ensalada con carne, pad Thai de pollo, curry gingerboy y de postre la tarta de mango.
Simplemente delicioso!!! Solo puedo decir que me recordó al mejor pad thai que comí en Tailandia. Volveremos a pedir seguro!!!
Precio normal teniendo en cuenta la cantidad es que sirven. Los envases perfectos, llego caliente y sin derramarse la comida.

Pedimos comida para llevar, tardaron poco en tenerla lista y todo estaba increíblemente rico.
Probamos el pad tai de tofu y las croquetas máster stock. El pad tai estaba muy rico pero las croquetas eran ya de otro nivel. Absolutamente deliciosas, jugosas por dentro y crujientes con fuera con una salsa de anacardos ligeramente picante. Sin duda se va a convertir en uno de nuestros nuevos sitios favoritos. En cuanto al precio, muy razonable, salimos a unos 10 euros por cabeza (sin bebidas ni nada).

El local tienen una barra con 6 taburetes altos y dos sitios fuera para comer allí, sólo eso porque el negocio del local es prácticamente la comida para llevar. Estuvimos un sábado y llegamos pronto, sobre las 9 y todavía estaban tranquilos, pedimos un pad thai de gambas (para llorar de lo rico que estaba) y otro de pollo (que me gustó mucho menos), cuando voy a sitios de estos primero pruebo el pad thai, si lo hacen rico, ya pruebo lo demás, si el pad thai mal, no suelo volver.
Bueno, pues estaba tremendo, y era fascinante verlos llenar bolsas y bolsas de pedidos, los dos chicos de reparto iban y venían continuamente ¡Menudo trajín!
Las chicas que atendían muy agradables y el local es cuco, pequeño, pero cuco.
Me apetece mucho volver para probar más cosas, no había nada que no me llamara la atención.
De postre probamos una panacota de coco que estaba muy rica también, con unas frambuesas especialmente ricas.

Siento ponerle sólo tres estrellas después de lo muchísimo que me lo habían recomendado, pero es que a mí me gustó más bien poco. Y no le pongo menos estrellas porque, en gran parte, fue porque no me apasiona precisamente este tipo de comida, así que no tuvo toda la culpa el Ginger Boy.
Se trata de un restaurante Take Away de comida, como ellos mismos denominan, «Thai Fusión» y, aunque ya digo que no me va demasiado este tipo de comida, decidí probarla tras las insistentes recomendaciones de una amiga muy fan del Ginger.
Hicimos un pedido online en su web para ir a recogerlo, y me decidí por el Pad Thai, ya que parece ser el plato estrella de este sitio y, leyendo los ingredientes que venían detallados en la página, creí que me gustaría. Eso sí, lo pedí sin brotes de soja, que no me hacen mucha gracia.
El primer fallo (fallo mío principalmente, lo asumo) fue que, además de los ingredientes indicados en la web (tallarines, brotes de soja, huevo, cilantro, cacahuetes, tamarindo, langostinos y lima), el Pad Thai lleva otros muchos vegetales, entre ellos cebolla. Y es que yo odio la cebolla… Por lo que, antes de empezar a comer, estuve quitando trocitos de cebolla con los palillos hasta que me cansé, porque eso era como buscar agujas entre pajas, pelín tedioso.
Bueno, cuando tuve suficiente cebolla fuera de mi cajita de comida y pude probarlo, no me disgustó, estaba rico, pero demasiado dulce para mi gusto, y desde luego no lo suficientemente rico para los 10,50 € que cuesta. Me parece bastante caro.
Por lo demás, la atención fue amable y el pedido para llevar estaba muy bien empaquetado, sin fugas en las cajitas ni sorpresas extrañas, con sus palillos y servilletas envueltos con bastante detalle. Pero no, no creo que me vuelvan a ver por allí, no es sitio para Irene.

Propongo cambiar el nombre del Ginger Boy por: Cilantro Boy. O mejor, ¡CILANTRO VA! Y que directamente, lancen el cilantro a la cara de sus clientes y ya. Y es que, como todo en esta vida, el cilantro puede ser tu amigo si lo usas con mesura, o tu peor enemigo si te pasas con él.
Lo cierto es que no puedo decir que no me gustó, ni mucho menos, pero, quizá porque llevaba mucho tiempo queriendo ir y había idealizado mucho el local, me decepcionó un poco.
El primer punto negativo vino al hacer el pedido por Internet. ¿10,50 € por un solo plato de Pad Thai con langostinos? Bueno, seguramente sea enorme. Pero no. Al recogerlo me di cuenta de que los recipientes de cartón en los que te los llevas eran de tamaño pequeño. Pero bueno, me dije, seguramente sean de esos botes sin fondo que esconden una galaxia de langostinos. Pero no, de nuevo. Eran recipientes normales, de los que esconden una ración más bien pequeña para un cliente vasco.
Al abrir el paquete te encuentras con los fideos, con muchos ingredientes (muchísimos) y con un manojo de cilantro que te recibe ocultando con su aroma el olor de sus compañeros de fatigas alimentarias. Lo revuelves todo para que se repartan y pa dentro.
Esta es la mejor parte, porque te das cuenta de que los ingredientes son muy naturales y tienen mucho sabor. La pena es que no están, para nada, equilibrados. Creo que el Pad Thai no es cuestión de echar mucho de todo y ya. Se tiene que buscar un equilibrio para que el comensal pueda disfrutar de todos ellos en armonía. Y este plato era de todo menos armonioso.
Además de los Pad Thai, me pedí unos rollitos que estaban bastante buenos y los servían con una salsa picante que me gustó bastante pero que, sorpresa, estaba lleno de cilantro. Y es que, al parecer, Ginger Boy se construyó sobre un antiguo cementerio de cilantro y este hace su aparición todas las noches para inundar los platos con su penetrante sabor. Pero como he dicho, no puedo decir que estuviera malo o soso, así que le pongo esas tres estrellitas y me guardo una futurible visita para terminar de evaluarlo.
Así pues, visitad el Ginger Boy si os gustan los cementerios de cilantro y y que os lancen cilantro a la cara. Cilantro. Cilantro.
¡CILANTRO!

AMO EL GINGER BOY
Hoy he podido probar su nueva carta (aun estoy llorando porque hayan decidido quitar las croquetas de setas) y puedo decir que mantienen la excelencia a la que me tenían acostumbrada. El curry de verduras está buenísimo y el Pad Thai… Oh! Explosión de sabores en la boca! Los postres muy exóticos también, aunque la tarta Ginger Boy está un poco seca para mi gusto y no muy dulce (ahoro el bizcocho de zanahoria)
Para una amante de la lima y el cilantro como yo, el Ginger Boy es mi tailandés-​fusión favorito.
La única pega es que apenas tienen una barra para sentarte y comer alli, por eso siempre pido para recoger o para llevar.
Los precios para mi gusto no están mal, entre 11 – 15 € el plato.

Me encanta este sitio. Es barato, tiene muchas opciones, y la comida es exactamente lo que quieres cuando pides un plato tailandés.

Rico, rápido… ¡no se puede pedir más!
Está todo buenísimo. Además de la carta tienen platos del día que siempre merecen la pena. Consiguen hacer una mezcla de comida asiática y occidental que está muy muy lograda. Personalmente siempre pido el Pad Thai (plato sencillo pero riquísimo) y Mussuman Curry (suavecito, no pica). Muy recomendable pedir arroz jazmín para mezclar con las salsa, sobre todo con los currys.

En cuanto a cocina tailandesa fusión, Ginger Boy es de los que están más logrados, y con menos pretensiones. Es esencialmente un take away con un local minúsculo, con un menú que mantiene clásicos como el pad thai (muy bueno), los currrys o el arroz frito, y en el que se van añadiendo de vez en cuando otros platos, como la hamburguesa de cordero o la versión asiática del bienmesabe. En general, está todo muy sabroso y la relación calidad-​precio es buena. Pero eso sí, sólo es para llevar.

El mejor Pad thai de Madrid ! Además si pides por teléfono y vas a recoger al sitio tardan sólo 5 minutos en tener la comida lista !!!

No sé por qué, pero llevo un par de meses que me apetece comida asiática, bueno, comida del sureste asiático, a todas horas, y por la zona donde trabajo, no es que haya mucha oferta al respecto.
Ya había ganas de ir a este local, había leído comentarios muy buenos sobre el Pad Thai, y tenía ganas de probarlo, pero el precio me echaba para atrás.
Y, efectivamente, me ha defraudado. Me explico: La comida estaba riquísima, el Pad Thai que pedí, me gustó bastante, aunque también es cierto que llevaba demasiado cilantro y el pollo con el que lo pedí no es que estuviera demasiado troceado, pero es la relación cantidad/​precio, que deja mucho que desear.
¿Un sólo plato por 10’50 €?¡No sé! No me convence, más cuando en otro restaurante asiático de la zona por ese precio tomas el menú con un primero, un segundo mucho más abundante y bebida y además puedes tomarlo en el local o pedir para recoger.
En resumen, creo que o bajan los precios, o no me van a ver más el pelo.

Escribo esta reseña mientras mi estomago ronronea de placer después del Pad Thai con tofu que acabo de disfrutar.
Es la primera vez que tomo Tailandesa en España. He esperado tanto porque mis expectativas estaban tan altas que estaba esperando encontrar el lugar perfecto y no llevarme una decepción. Y oye, ojalá hubiera encontrado este sitio antes!
El lugar está pensado para coger la comida para llevar, aunque hay una barra con sillas altas por si quieres tomártelo allí (si encuentras sitio).
He probado solo el Pad Thai porque no iba a comprar más de un plato solo para mí (aunque no seria por falta de ganas). He cambiado los langostinos por tofu porque, aunque el original sea el primero, estoy familiarizada con el de tofu y tenía mono.
El precio no es excesivamente barato, pero la calidad lo vale. Mi pedido fue algo mas de 10 €, también hay menú comida entre semana por 11 € aprox.
Cuando llegué no había nadie aunque estaban atendiendo pedidos por teléfono, el sitio estaba impoluto y había tres cocineros, además del repartidor y la chica que atiende in situ. Toda esta gente trabajando en un sitio tan pequeño hace ver que su fuerte es el pedido a domicilio, y que saben cómo llevarlo.
Ale, a curtirse en la comida tailandesa todo el mundo!!!

I enjoyed the mussuman curry con pollo. I liked how there were many types of different vegetables in the curry and not just chicken with some vegetables with lots of curry sauce. The sauce was light and not very spicy.

Probé los pad thai y eran bastante normalitos en comparación a otros sitios. También la cantidad que te dan me parece pequeña por el precio que tiene.

Después de leer muchos comentarios positivos de este sitio me animé a pedir a domicilio. Como mi código postal no está en su radio de reparto me comentaron amablemente que contratarían otro servicio de reparto pero que conllevaba un recargo de unos 5 euros. Y la verdad es que lo vale, no me importó pagarlo porque, coincidiendo con algunas opiniones de este blog que el Pad Thai está increíble.
También probé curry rojo con pollo y verduras, muy bueno, y de postre panacotta de mango.
Para repetir sin duda.

Comida Thai muy buena, además tienen entrega a domicilio. El Pad Thai sin duda mi favorito!

Lo mejor de lo mejor! Me encanta, sobre todo el pad thai… indescriptible, hay que probarlo.
Las costillas fabulosas, abundantes… pringosas. Que mas se puede pedir?
Os lo recomiendo 100%

Recently got take-​out from Ginger Boy and was very impressed! I will definitely return!
There’s no seating inside, so this place is strictly take-​away food. I ordered the Mussaman curry with chicken, and was delighted to find that the curry was also full of fresh veggies: eggplant, BRUSSEL SPROUTS, zucchini, carrots, bell peppers, etc. Rice does not automatically come with the curry, so be sure to order a side of the jasmine rice to go with your meal! The curry is enough for 2 meals, and the leftovers the next day were just as good. My friends also got another curry and the chicken satay and were very impressed.
It might be a little expensive for take-​away food, but the freshness of the ingredients really makes this place worth the money.
Go to Ginger Boy!

Después de haber visitado muchos países asiáticos, anhelaba un restaurante en España que se saliese del común chino del pollo con almendras y del tailandés del pad thai mal hecho. No lo encontré hasta probar la exquisita cocina fusión de Ginger Boy.
Los sabores son espectaculares, realmente asiáticos y contribuidos por algunos de nuestra cocina occidental que incluso lo hacen más buenos.
Además, de lunes a viernes a mediodía tienen un menú del día a un precio realmente bueno considerando la calidad que ofrecen.
Es un take away, por lo que el local es muy pequeñito (aunque muy cuco) y tienen una barra en la que comer, así que recomiendo llevarse la comida a la vecina plaza de Olavide y disfrutar del festín.
El pad thai está realmente exquisito, así como los curries y los deliciosos postres (¡prueba la trufa de chocolate con avena!).

Take away, de calidad de precio medio, pero muy satisfactorio. Sin duda de lo mejor que hay !

Siempre está delicioso y su menú de mediodía es increíble.