Un día, en el trayecto de la mesa de mi cuarto hasta el sofá, mi querido iPad se me escurrió de las manos y fue a parar al suelo. Ya estaba cascado en un borde, así que para mi espanto(creo que grité un poco y todo) al recogerlo observé que la pantalla se había hecho añicos. Pero añicos literal, se había partido por mil trozos. Al principio fantaseé con hacerme con un iPad nuevo, pero no era plan. Así que pensé «¿y si lo arreglo?». Hice un sondeo vía Unilocal y un sondeo vía amigos, que me recomendaron este lugar. Como estaba mucho más cerca de mi casa que las otras alternativas, me decidí a venir aquí. Llegué con él, el tipo lo miró, me preguntó si la función táctil seguía funcionando(sí, aunque corría el riesgo de rebanarme un dedo cualquier día) y me dio presupuesto«cambiarla cuesta 89 €». La verdad es que era mucho más barata que la reparación oficial(y el iPad tiene ya unos cuantos años, que lo compré en 2011) y definitivamente más económico que comprarme una tableta nueva. Ha quedado perfecto, me lo repararon en tiempo récord(dos días) y me informaron en todo momento del estado de la reparación. Mentiría si dijera que me encantaría volver(de hecho, me gustaría no tener que volver jamás) pero si alguna vez se os rompe la pantalla del iPhone, el iPad o el iPod Touch(¿alguien sigue usando de eso?) no dudéis ni un minuto en venir.