Entre Suspiro y Suspiro

Me habían recomendado encarecidamente este restaurante, así que en cuanto surgió la oportunidad allá que fuimos.
Ubicado al lado de ópera no es un local muy grande. Está decorado con motivos artísticos curiosos que al parecer están también a la venta.
Junto con la carta de comidas entregan una carta de bebidas con varios tipos de cócteles (muchos tipos de margarita y variantes de bloody mary principalmente) y también refrescos mexicanos tales como el agua de tamarindo o de jamaica.
La carta de comida es pequeña, mejor, así no te pierdes y no tiene las típicas «mexicanadas» de otros lugares, sino platos más originales y/​o desconocidos para el español medio. Cuando toman nota también informan de sugerencias del día.
De entrante pedimos unas estrellas marineras, unas tortas de maiz con forma de estrella con una salsa chimole y una pasta de camarones. Estaban muy buenas de sabor, pero la ración era pequeña.
De principales nos decidimos por los tacos pato pastor, similares a los clásicos tacos al pastor pero cambiando la carne de cerdo por pato deshilachado. Deliciosos, pero la presentación era un poco extraña. Los tacos venían ya preparados y, para que no se abrieran, venían cerrados con pinzas de ropa de las de madera. Cumplían su cometido, pero quedaba un poco «tosco» dado el cuidado del emplatado de las otras cosas que pedimos.
El otro principal fue un manchamanteles, un plato de cerdo desmenuzado cocinado con chiles, piña y plátano frito que tampoco estaba mal.
Como las raciones no eran muy grandes nos quedaba sitio para el postre y pedimos un bizcocho de chocolate con chile que lo sirven calentito, no pica, aunque el chile le da un toque interesante.
Los platos estaban ricos, aunque las raciones eran un poco pequeñas en general, más aún si tenemos en cuenta el precio que fue de unos 80 €.

Mesas demasiado juntas… Por lo demás bien!!!

vengo en la cena. el menú sale 22 €. la comida mexicana. no me gusta el maiz pero me encanta la decoración, poco azul y muchos muebles bonitos.
es ideal para pareja, digo la verdad!

Entre Suspiro y Suspiro se encuentra en Ópera, para llegar lo mejor es coger el metro hasta Santo Domingo o ir andando desde Gran Vía o Callao que no cogen nada mal de la zona, aunque lo mejor el metro.
Una vez que lleguemos al local nos encontraremos con un lugar que si bien no sorprende, ni tampoco cuenta con una gran amplitud si nos hará esbozar una sonrisa, es un lugar simpático y bien avenido. Claramente decorado con motivos del país de donde viene, México.
Llegados a pedir el menú el restaurante nos ofrece una buena selección de la más típica comida mexicana, vease, arepas, frijoles, tortas, quesadillas (cojonudas con perdón). Cuando nos llegue la comida entenderemos el nombre del local por si todavía no lo había intuido alguien.
Para beber tienen una buena gama de cervezas tipo corona y de ese tipo de rubias más ligeras, aunque también tienen de las que ofertan en España, para los más habituales.
Recordar que el local cuenta con parking propio. Recomendado para grupos y no esta de más llamar para reservar.

Comida mexicana y tequila
Un restaurante de comida mexicana con tacos, burritos chiles y demás alimentos picantes y con especias, también sirven chupitos de Tequila de importación y ofrecen conciertos de boleros los fines de semana. El precio no es muy elevado, pero el servicio es un poco lento