El Paseo

El otro día mi chica y yo fuimos a un cumpleaños. La cita era en un Foster’s Hollywood, pero a nadie se le había ocurrido reservar sitio, así que el homenajeado tuvo que improvisar un «plan B». Salió de descubierta y regresó a los cinco minutos con la buena nueva: «chicos, hay aquí al lado un bar de raciones que está de puta madre». Y ese bar de raciones era la Cervecería El Paseo. En mi opinión, salimos ganando por goleada: me dan grima las cadenas de restaurantes, y en estas cuestiones del cerveceo y celebración opino que no hay nada que supere un buen bar de barrio, de los de toda la vida.
Éste en concreto tiene algunos atractivos especiales: además de que es amplio y el servicio es inmejorable, proclaman con orgullo su «especialidad en arroces y aperitivos». Y doy fe de que es cierto: si las raciones que degustamos (todas ellas clásicos: alitas, sepia, patatas bravas, ídem con ali-​oli…) estaban estupendas, no encuentro palabras para definir la enorme paella que nos sirvieron. Recalquemos las sílabas: co-​jo-​nu-​da. Vamos, que a partir de ahora tenemos un nuevo sitio fijo para las celebraciones…