El Llar es uno de mis restaurantes favoritos de la zona de Quevedo para ir de menú del día, y uno de los que tiene mejor precio. El sitio es un asturiano que tiene un salón bastante grande y uno más pequeño separados, con una decoración que no es nada del otro mundo. Al mediodía entre semana si llegas más tarde de las 13.30 sin reserva es bastante probable que no cojas sitio porque se llena completamente. El menú es muy casero, suele tener unos cuatro primeros platos y cuatro segundos. Está muy bueno el pollo a la sidra, las croquetas, el cocido, sus escalopes de pollo y filetes de ternera(que tienen muy buen tamaño), los pescados en salsa muy ricos, las berenjenas rebozadas, sus patatas fritas caseras de acompañamiento…En fin, creo que no hay nada de lo que he pedido que no me haya gustado. Por cierto, que hay que probar los platos de cuchara, que les salen especialmente buenos, y este es uno de esos sitios en los que te sirven el guiso hasta que el líquido llega al borde exterior del plato, porque como dicen ellos«¡aquí se viene a comer!». También he ido alguna vez a la carta, y se come muy bien, los entrecots no están mal de tamaño, los pescados aunque no los he probado tienen un aspecto buenísimo y los chorizos a la sidra están espectaculares. Siempre te ponen un queso azul La Peral de aperitivo, y chupitos al final. Los camareros son muy amables y nos tratan fenomenal, además son muy rápidos, teniendo en cuenta la cantidad de gente que llena el local.
Carlos H.
Classificação do local: 4 Madrid
Comida asturiana en el barrio de Chamberí. Fuimos a comer 4 personas a este restaurante asturiano. Es un restaurante que está decorado de una forma un tanto antigua, por no decir cutrecilla, vamos que parece que no ha sido remodelado en muchos años. Está bien para cenas familiares. El servicio es meramente correcto. Tiene varios comedores para eventos como cenas de empresa, así como celebraciones varias. En cuanto a la carta, yo solo puedo hablar de la fabada asturiana tan rica y de la merluza de Cudillero. Estupenda. Me quede con ganas de comer queso de Cabrales, ya que no tenían cuando estuvimos nosotros, sin embargo nos pusieron paté de cabracho. En cuanto a los precios varían dependiendo del plato, pero suele rondar por unos 25 € personas aproximadamente.