Un clásico del barrio: bareto típico castizo pero llevado por nipones, lo que conlleva una mezcolanza muy curiosa ya que te puedes beber unas Cruzcampo(glaciares, como mandan los canones andaluzes) o unas copas de ribera mientras las acompañas de sushi, makis, gyozas, brochetas, rebozados típicos o unas carnes que tenían un pinta estupenda(la próxima vez que vaya tengo que probarlas, hasta ahora siempre ha caído sushi). Hace esquina con Fernández de los Rios y tiene una pequeña terraza. La fauna es muy curiosa, desde señores mayores del barrio a jevis o auténticos hipsters. El servicio muy amable.
Lolo R.
Classificação do local: 4 Madrid
La mejor forma de descubrir pequeñas joyas es de la mano de alguien que conozca un determinado barrio. Y voy a ser sincero: yo por mi propio pie, jamás hubiese entrado a este lugar. Pero me llevaron prácticamente de la manita, en principio a tomar dos vinos, contándome la fascinante historia del tipo que está tras la barra, que yo creo que debe de ser la persona más importante del barrio, porque vale más por lo que calla que por lo que dice. Empezamos tomando dos vinitos y la cosa derivó en un «¿cenamos?». Y sí, al final cenamos, vaya que si cenamos. Este es el típico bar de barrio de toda la vida, de esos que después compró un asiático y lo mantuvo como tal, como bar de barrio. La diferencia es que aquí sirven sushi, y en contra de lo que yo pensaba, es un sushi buenísimo. Comimos sushi de erizo(que flipé en colores con lo buenísimo que estaba el erizo, y lo fresquísimo que era) y luego tomamos pez mantequilla, angula… de todo un poco. También tomamos una ración de pollo japonés, un poco picante, que estaba increíble. No puedo hablar del precio, porque no pagué yo, pero sí que puedo decir que vi los precios en la carta, y no me parecieron para nada abultados. Obviamente el lugar no es que sea un restaurante último modelo, con una cocina de lo más selecto, pero lo poquito que hacen lo hacen bien, David(todo el mundo lo llama así) –el dueño– es la cosa más simpática del mundo y, qué demonios: el mejor sushi se sirve siempre en donde menos te lo esperas.
Antonio R.
Classificação do local: 2 Madrid
Me ha decepcionado. Esperaba una fórmula original, un bar de tapas japo, y me encontré con el mismo bar cutre de hace 30 años pero ahora con un chino detrás de la barra que se pasa el tiempo mirando la tele entre caña y caña. La Cruzcampo bien tirada, pero con aperitivos cutres(6 cañas: 2 mejillones resecos, 2 gambas con cara de sospechosas y un platito con trozos de pollo frito grasiento y frío del tamaño de canicas incluido el hueso. Eso sí, con un toque picante muy oriental). Se nos quitaron las ganas de pedir nada de la cocina. Ah, y si pides agua con gas no hay derecho a tapa.
Manuel J.
Classificação do local: 4 Madrid
Desde hace más de un año este antiguo bar de barrio se ha transformado en un curioso sitio donde tomar un vino o una caña con comida japonesa rica a unos precios muy razonables. Tiene un par de mesas dentro y otras dos más en la terraza, así que para comer algo muchas veces hay que hacerse con un hueco en la barra. Importante: la decoración es la original del antiguo bar de barrio, así que no es apta para estetas sensibles. Además del sushi, los makis y el sashimi son muy recomendables las brochetas de pollo yakitori, los tallarines salteados con verdura y el cabracho frito con salsa agridulce para mojar. En caso de duda con la carta, lo mejor es preguntar en la barra a David, un chino simpático y buen conocedor de la cocina(y la vida) de Oriente y Occidente ¡qué hace de la visita a su bar toda una experiencia!