Cream Bakery

Esta tienda pequeñita y algo difícil de encontrar ofrece los que, para mí, son de los mejores cupcakes de Madrid. Tiene una gran variedad de sabores (red velvet, zanahoria, oreo, limón y frambuesa…) además de otros dulces, como brownies. El precio de las cupcakes es de 2,50 euros por unidad, y aunque pueda parecer excesivo, la calidad de éstos lo compensa.
En el local sólo hay una mesa con un sofá y dos sillones y unos cuantos taburetes en la barra, por lo que puede ser algo difícil encontrar sitio para tomarlos allí, pero no te preocupes, porque también pueden comprarse para llevar, Si tienes suerte y encuentras sitio, puedes pasar un buen rato ojeando alguna de las revistas de repostería que están a disposición de los clientes o puedes ver a Paula (la dueña) preparar alguna tarta en la cocina.
Si queréis probar el mejor red velvet de todo Madrid, no dejéis de visitarlo o pasaros por su nueva sucursal en el Mercado de Barceló.

Tras un exhaustivo trabajo de documentación, puedo afirmar que Paula hace las mejores cupcakes de Madrid.
Jugosas, en su punto justo de dulce, bonitas y hechas con mimo.
El local es pequeño y con apenas tres sitios para tomar algo y además está escondido, pero estamos de enhorabuena porque Paula tiene un nuevo local en el mercado de Barceló que pilla mucho más a mano.
Los cupcakes salen a 2.50 y si bien no son grandes, su sabor merece el capricho. También tiene brownies y cookies, y en el puesto de Barceló tiene también tartaletas, bizcochos, profiteroles…
Además hace cursos y tartas (preciosas) por encargo
Treat yourself!

Es un poco difícil encontrar esta PEQUEÑÍSIMA pastelería, que se encuentra en un número posterior del Paseo de la Castellana. Es por eso que, si no lo encuentras, entra por la calle pequeña a la izquierda de un edificio, hasta que llegues a una placita: está ahí.
El sitio es enano, sobre todo en su zona de degustación. Está claro que está más pensado para ir y comprar cosas, y degustarlas en la comodidad de tu hogar o en una fiesta. Sin embargo, ahí tienes una pequeña barra y un sillón con una mesita de té, por si te quieres quedar y charlar sobre lo que sea.
Así qué nada, ahí que nos quedamos nosotros. Yo tomé dos cupcakes, una de oreo y otra de banana y chocolate, si no recuerdo mal, y la verdad es que estaban riquísimas y muy jugosas. Eso sí el sitio es caro: gustosísimo, pero caro.

¡Ay qué cosita tan cuquiiiiiiiiii!
Se trata de una tiendecita pequeña, algo escondida en un pequeño patio de vecinos paralelo a la Castellana, en la que encontrarás unos cupcakes al más puro estilo británico, tanto que su dueña (una amable Paula) viene del país del Big Ben ;)
Los cupcakes son algo carillos (2,50 €) y no muy grandes pero están muy ricos, así que más vale ir con moderación o en ocasiones especiales. Yo probé el Red Velvet, siguiendo la recomendación de una amiga, y salí encantada.
Se nota que los ingredientes son de calidad a leguas. Además, también se hacen tartas cuquis por encargo, de esas de los programas que se han puesto tan de moda en la tele, perfectas para un buen sarao.
Únicamente tienen un sofá y una mesita, por lo que máximo pueden estar 5 personas consumiendo por allí, ya que el local está orientado básicamente para comprar. Sin embargo, tienen tés (2 €), cafés (1,70−2 €) y refrescos para pasar un ratito charlando y ojeando algunas de las revistas que tienen por allí.

Esta preciosa tienda se esconde en un recodo de la Castellana, muy cerca de Gregorio Marañón, pero merece la pena buscarla y sorprender (se). Aunque es principalmente es una tienda de cupcakes para llevar también puedes tomarlos in situ con un café, mientras ves cómo los preparan en su enorme e impoluta cocina. Sus especialidades: chocolate, zanahoria, vainilla, oreo, red velvet y algún sabor sorpresa (a 2,5 euros cada uno). Están buenísimos! Para ocasiones especiales se pueden encargar cupcakes y tartas.