Son muchos los cementerios con alguna característica que les otorga personalidad propia. Por albergar una colección de mausoleos de familias empeñadas en ‘eternizarse’ más notablemente que la de al lado, por tener entre sus ‘residentes’ algún personaje afamado que propicie peregrinaciones en masa o, como es el caso, tener una historia particular. Próximo a la Pradera del Santo, el Cementerio Inglés data de 1853. Construido para dar sepultura a los extranjeros no podían ser enterrados en cementerios católicos por no ser de esa confesión, el cementerio forma parte del patrimonio en franco deterioro de Carabanchel. Restos de la Historia que tuvo esta parte de Madrid y que tan desconocida resulta para muchos de nosotros.