Café Gijón

Overpriced. We were charged 10 euros for regular bread that we even didn’t order. Service was mediocre and food was below average.

We spend NYE here and it was so much fun! To top it all off, the food was delicious! I’ve added pictures so you can check out what we ate: D I experienced the service to be excellent — «mas agua» requests were always fulfilled and the food kept rolling in a timely manner. They got the television going so that we could watch the live televised countdown as we ate our meals. AND OH YES, they provided grapes so that we could eat each one at every midnight gong! :D (although the grapes were not seedless :() One of my tour buddies had eaten there for lunch earlier in the day and said there were different items in the menu and just as delicious as our dinners. I think this is a great spot to try! Everyone here has been so friendly! Happy new year!

holy shit! Unbearably poor service. Never could understand why they are so mean to say thank you and give a smile to their customers! Never could understand why they could put cheese in a whole bowl of oil and call it soup!

Penoso y encima caro.
Absolutamente patético, lugar al que nunca volveré. Especialidad en hacer todo grasiento

Mi valoración es media porque mi deber es realizar una segunda visita a este gran e histórico café. Pero como tuve la ocasión de acudir a tomarme algo, y ver la majestuosidad del Café, dejo mi primera reseña, con promesa de actualizarla una vez lo vuelva a visitar, de formar gastronómica. Pero en mi primera vez, la impresión fue muy buena. Sin duda todos hemos oído hablar del famoso Café Gijón, situado en pleno Paseo del Prado. Fue fundado en el año 1888 por un asturiano, Gumersindo, por lo que seguro su comida es de calidad, sin duda, lo lleva en sus raíces. El Café se convirtió, tras la guerra civil española, en un famoso lugar de tertulia literaria y reunión de intelectuales y artistas de la época del régimen de Franco, y la transición española. Al entrar al Café, ese sentimiento, todavía presente, te inunda. Cuadros y fotos de grandes escritores, mesas colocadas para fomentar las tertulias, decoración de la época, etc. En lo gastronómico, sólo pude disfrutar de unas cañas, con su correspondiente tapa, la cuál, de verás, estaba muy rica. En un vistazo a la carta, la variedad era enorme. Seguro encontrarás algo de tu gusto. Los precios, también decirlos, son más elevados. Como datos, aceptan los cheques restaurantes, para aquellos que disponéis de ellos.

Mi café preferido cuando estudiaba para perderme y relajarme estudiando en el por las mañanas.
Sigue manteniendo ese encanto decadente, aunque a veces tantO turista lo estropea un poco.

Very famous café with excellent service. They are very professional and respectful. Well located between Colon and Cibeles. Judias pintas are delicious as well as the merluza a la vasca. Bad point is downstairs there is no network and wifi.

Una cafetería madrileña mítica para ocasiones especiales y no tan especiales.
Una mañana quedé aquí con mi cliente para una reunión breve de apenas media hora, pues necesitábamos un espacio personal con absoluta tranquilidad. Mi cliente había llegado de Japón, por lo que quería impresionarlo por algo madrileño y especial.
El local es único con un aire elegante, retro y espléndido, y cuenta con un espacio diáfano cubierto de madera, cuadros y espejos y unas columnas blancas señoriales.
He de decir que sus cafés son caros. Tomamos un café solo y uno con leche, y nos costó casi 10 euros. No obstante cabe destacar que el camarero que nos atendió tuvo un detalle de invitarnos a la planta baja, donde luce una bóveda cuyo techo es de madera, que te evoca la época de colón…
En otras ocasiones vinimos para tomarnos una cerveza, e igual, el gasto me pareció una fortuna.
Sin embargo un buen día me sorprendieron gratamente, cuando venía de vuelta desde la Fundación Maphre, adonde voy de vez en cuando para ver alguna que otra exposición.
Pasé por esta cafetería con una amiga, a la cual estaba comentando que las bebidas costaban un ojo de la cara… y ¡nos topamos con un cartel de «Menú del día, 12,50 euros»!
Nos pareció tan interesante la oferta que decidimos optar por probarlo tras la exposición de Picasso, sin pensar dos veces.
Me encanta este sitio porque respiro un aire de buen gusto, si queréis, llamadme pija, pero me da gusto y relaja mucho.
Un jueves que me tocó venir, la paella sabía muy diferente a la que solemos probar en cualquier bar madrileño. Hasta el arroz tenía mucho sabor — aunque no tanto como la que se come en Valencia, por ejemplo.
La atención al cliente también es una delicia. Te tratan muy correcta y gratamente, y con humor.
La verdad es que prefiero pagar algo más para comer platos bien elaborados y gozar de buen servicio. No tengo por qué aguantar la mala leche de los camareros, máxime si estoy pagando un poquito más de lo normal.
La última vez que fui a comer el menú del día, pregunté al camarero si podíamos echar una ojeada a la planta baja para que la vieran mis amigos, y me contestó de inmediato «usted está en su casa». Sinceramente la atención como ésta me deleita!
Para ser un sitio de mucho renombre, te sirven «vino con casera» en condiciones comentándote que puedes repetirlo sin problema si te hace falta.
Curiosamente el menú del día incluye un postre o café, el cual por la mañana cuesta más de 4 euros…

Perdonad por mi incultura madrileña, no tenía ni idea que estaba ante un café con tanta historia y solera.
Nunca he comido aquí, tampoco me he tomado ningún café. Las dos veces que he ido ha sido para tomar unas cervezas y vinos en la barra después de trabajar con su correspondiente tapa. Las tapas que acompañan a las bebidas suelen ser triangulitos de pan de sandwich con ensaladilla normal, de marisco o atún, mayonesa y pimiento de piquillo o unas banderillas buenas buenas.
Sobre las tapas, sólo he probado las bravas; que son bravas de verdad; y el cazón.
Los camareros siempre han sido correctos, con sonrisa incluida de los más jóvenes. Poco más que decir por ahora, os iré informando ;)

Iconic café in the heart of Madrid with tourist prices but it’s a must-​go if you’ve never been to Madrid. It’s historic and old and the paintings/​sketches/​writings on the wall from past famous thinkers and artists are just something to see.
The waiters are old school (and old) so they’re a little brusque but they get the job done. It’s just a neat place to witness once.

Gran decepción la que me llevé al entrar a este sitio tan lleno de historia… Esperaba descubrir un café con encanto, al fin y al cabo, es un sitio de leyenda, y la primera impresión fue como entrar a cualquier otra cafetería venida a menos.
Estéticamente no le encontré nada especial. Un montón de camareros ataviados como si estuvieran en la España de los señoritos, atendiendo formal pero nada cordialmente a una clientela, de la que no dudo que sean intelectuales, pero que no dan el pego de bohemios… mucha señora peripuesta y mucho señor con traje de domingo.
Encontré muchas caricaturas de famosos intelectuales, pero no hallé ninguna placa que dijera algo así como «aquí puso sus eruditas posaderas Fulano de Mengano y Zutano», no habría estado de más.
Sólo me tome un café, y ojo al dato, 4,10 €… y nada especial.
Resumen, como el sitio no me agrada nada más que por lo que representa y, por desgracia mi bolsillo no da como para permitirme cafés a esos precios, ya he vivido la experiencia de decir que he estado sentado en el mismo café que muchos ilustres y con eso basta, no creo que vuelva, ya que hay mejor café en infinidad de sitios más baratos y menos «exquisitos».

Un menu por 12,50e en un lugar con historia, aunque el servicio no sea una muestra de cordialidad infinita, merece la pena de vez en cuando.

Visita obligatoria en Madrid, ambiente inmejorable, muy elegante… Todo perfecto, lo único malo que se puede decir es que los camareros esconden tras ese traje tan pulcro unos modales bastante secos y desagradables, y los precios son excesivamente altos… Un café y una porción de tarta por unos 10 euros. Es de esos sitios que merece la pena ir una vez al año, para darte el capricho.

This is one of the most famous cafés of Madrid, and possibly one of the oldest. It has lots of charm and if you’re interested in literature and in the intellectual life of this century, this is a must-​see. However, prices are insanely high, and there is a huge difference if you sit at the bar, in the salon or outside. The cheapest is at the bar, where you will pay 2.70EUR for the simplest café solo.
The décor and the clientele are a bit stale and the coffee and food are nothing special, but it’s definitely some place to visit just once to enjoy the atmosphere.

Este sitio me encanta!!! Tanto para comer, desayunar o tomar un vino. Un clásico con una atención increíble!

Not a good experience– as my husband said, they could learn a thing or two from Starbucks– gruff, not relaxing, confusing, in wont bother with the story, but it’s nothing like Frommers guidebook says– and they don’t wait on you, which I wouldn’t care at all about if we knew that– anyhow, go somewhere else for your churros

Hay poco que añadir a todo lo que se ha dicho de este sitio: tertulias, poetas, actores, anécdotas, historia.
Si eres algo mitómano y has leído cosas sobre este café durante toda tu vida, seguramente será obligada visita en tus viajes a Madrid como turista, como me pasaba a mí. Sin embargo, si vives en Madrid (como me pasa a mí ahora), seguramente no le prestes más atención que al museo del prado o sitios así.
En cualquier caso, si no has estado nunca aquí, harás bien en venir a verlo, aunque sólo sea para ver su ambiente de café antiguo: grandes espejos, veladores, camareros displicentes, sillones de felpa roja, etcétera.

Si se habla de un café en el que se reunían Valle-​Inclán y sus contemporáneos en tertulias literarias y gente de otros movimientos artísticos a finales del XIX, a todos nos vendrá a la cabeza el archiconocido café Gijón.
El café Gijón es un local de reconocido prestigio y elevados precios. Todo un sablazo si quieres degustar un coctel, o unas raciones con un vino.
Pero el café Gijón tiene un gran desconocido y ese es su menú del día. Increíble pero sólo son 11,90 euros. He comido una vez en él, paella y lacón a la gallega de segundo y un café en vez del postre, y creo que sin volverme adicto voy a repetir.
Comparativamente, este menú es incluso más barato que los de los restaurantes de los alrededores. Por poner una pega, las mesas son un poco estrechas y los camareros tardan un poco en atender.

Uno de esos sitios que no te puedes perder. Al que hay que ir al menos una vez para verlo y sentir el ambiente. Sitio bohemio y con tertulias literarias, de esta manera describiría el mítico Café Gijón. Forma parte de la capital desde hace muchísimos años y en él se dan cita grandes profesionales de la cultura española, donde todos los días a la misma hora organizan tertulias sobre temas de actualidad. Por ejemplo, el actor español, Manuel Alexandre, era un habitual del Café Gijón.
Son muchas las historias que albergan esas cuatro paredes por lo que puedes empaparte de algunas de ellas con sólo ir a tomar un café allí. Tengo que decir que me encantan los ambientes ‘culturetas’ por lo que es un lujo contar con un sitio como este en Madrid

Ambiente intelectual, edificio histórico de la ciudad, café preferido de viejas glorias… todo esto está muy bien, pero no todos disfrutan igual con los viejos recuerdos.
Si se va a tomar un idem al Café Gijón, independientemente de sus connotaciones, nos encontraremos con una cafetería muy bonita y mejor situada, pero con unos precios que harían llorar al niño Jesús.
No me malinterpretéis, yo soy el primero en admirar este tipo de locales, pero creo que el Café Gijón está un poco anquilosado en el clasismo del siglo XIX. Sus parroquianos tienden a pasar de los seseintaytantos y se presentan allí como si fueran de boda.
En fin, que si no vas con un grupo de intelectuales a comentar la filmografía de Tartovsky, a lo mejor te tienes que conformar con el café con leche más caro de tu vida.

Time stood still and you may see some famous artists

Nos sentamos en la terraza del Café Gijón sin saberlo ni buscarlo y nos dimos cuenta cuando vimos el servilletero de la mesa. Eran las 13:30 horas y quisimos tomarnos una cerveza antes de comer. Nos servieron dos cañas, cuya capacidad rondaría el tercio, y dos trocitos de pan de molde con ensaladilla. Todo correcto y sin más florituras. Pero oh¡¡¡¡ Díos mio, las cervezas parece ser que las pusieron en ‘Gijón’ y las trajeron por mensajero, porque cada una de ellas costo 5,70 €. Estuvimos buscando el precio en la carta porque no nos lo creíamos pero no no encontramos. Bien es cierto que somos de provincias, y no estamos acostumbrados a estas barbaridades, pero un poquito de por favor.

Café Gijon used to be the Literary Café back in the time of the Civil war and the post-​war era. Many old glories still hang out there, at their usual table, but as one would guess it has since turned into a tourist attraction so the prices are much higher, the old glories are almost all dead and the waiters are impatient still if you want to take in the atmosphere and the feel of an old café that still smells of books and conspiracies, do drop by. The large marble tables are very inviting if you are lucky enough to get a free one best times are around breakfast (make that a late breakfast if you’re so lucky) and early afternoon — around 5 or so. Right on Recoletos, one of the arteries of the city and along the Museum path.

Uno de los cafes mas tipicos de gijon fundado casi hace 1 siglo y cinco lustros, eso se paga los precios un poco elevados pero hay que probarlo

Antiguamente se trataba de un café de reunion de intelectuales, literatos, estudiosos y gente perteneciente al mundo de la actuación.
Es un lugar con decoracion bonita con toque antiguo, aquella que nos remememora los tiempos de Connan Doyle y su Sherlock Holmes, ideal para buscar tranquilidad y conversación de entremesa.
La reunión de la gente del mundo del arte se mantiene hoy en día, al asistir al local y otear a la gente que toma algo y conversa te vienen a la mente situaciones donde has visto a algunos de los ocupantes. Espero que no sea un efecto del propio local o sugestion y en realidad fuese gente conocida.
Su selección de cafes, nos hará olvidar la máquina automática de la que todo el mundo dispone en su trabajo.
Lo mejor: enamorados del café
Lo peor: un poco caro, aunque un buen café no tiene precio.

¿Hay algo más típico en Madrid que el Café Gijón? Posiblemente no. Fundado en 1888, tras la Guerra Civil fue el punto de reunión habitual de los intelectuales del momento.
Todos esos fantasmas del pasado parecen seguir presentes cuando se entra al café y es sin duda un lugar de visita obligada. Sin embargo, eso se paga y los precios no están acordes a lo que uno se puede encontrar en cualquier otro local.

Beaucoup trop cher
D’accord c’est beau, d’accord c’est ancien et c’est même classé au patrimoine comme endroit, d’accord il y a des miroirs très beaux à l’intérieur mais c’est horriblement cher, un petit café court vous coutera… 3 euros, je vous parle même pas du prix des autres boissons.