Borax

Good place good food and friendly owner. The. The gazpacho is excellent. The prix fixe menu is excellent for those traveling on a budget or looking for a great meal cheaply.

Excelente atención !!! La cómoda deliciosa, muy recomendable !! Y de precio muy accesible.

Recuerdo que era un auténtico asiduo hace años, cuando este local se llamaba Laan Café. Ahora se llama de otra manera, y es más restaurante que cafetería en sí. Hace años que no voy a Chueca regularmente (al menos, no tan regularmente como iba antes) así que lo cierto es que desconozco cuál ha sido la historia de este lugar, pero me suena bastante que ha pasado por diferentes formatos hasta convertirse en lo que es hoy.
Veníamos rebotados de un sitio de arepas que hay en la misma calle, en el que hacía demasiado calor, y encontrar esto fue como un auténtico oasis en el desierto. Estuvimos fresquitos y comimos bastante bien, que es importante.
La comida no era nada muy especial, pero no estuvo mal. Pedimos carpaccio, gazpacho y hamburguesa. La hamburguesa era solo la carne (mejor, que así se pone menos en la lorza) y estaba bastante rica. Los camareros eran tremendamente agradables, y nos trajeron de rebote unos cócteles que estaban preparando, a modo de prueba, a ver si nos gustaban.
Un lugar bastante agradable. La decoración algo desfasadilla, pero en general bien, más que aceptable la relación calidad precio y un servicio atento y muy amable.

Este local de la calle Pelayo nunca había tenido suerte. Pese a encontrarse en plena «calle mayor» del barrio de Chueca, siempre ha pasado sin pena ni gloria, cambiando de dueño muchas veces en los últimos años. Recientemente lo han adquirido unos chavales muy majetes y han decidido apostar definitivamente por él, les deseo mucha suerte. Prácticamente sólo le han cambiado el nombre, pues han mantenido la decoración moderna y ecléctica que tenía el local. La apuesta más importante es el precio del menú, que a 9 euros y medio es uno de los más baratos de la zona. Yo ya he ido varias veces a comer a mediodía y vale la pena, pues se puede comer un buen menú a buen precio. Los platos son variados y originales y no están mal, pero lo mejor es el ambiente, que es agradable, tranquilo y relajado, pues la música de fondo no resulta estridente. Julián, Ariel y Mario te tratan de maravilla y además no sales oliendo a «fritanga» como en otros restaurantes de la zona. Y lo mejor es que la decoración y el ambiente convierten a este restaurante en un local multiusos, pues estando donde está y teniendo el horario que tiene, es un lugar idóneo para tomar la primera copa antes de adentrarte en un antro de la zona. Eso hice yo el día de mi cumpleaños y os aseguro que la noche fue estupenda.