Bendito

En realidad daría 4,7 pero bueno, voy a ser un poco asquerosa y exigente.
Después de 14 meses desde la primera reseña y de conocer mejor el sitio hago una ampliatoria.
Aquí el dueño del pequeño local, José busca «vinos honrados» con una inquietud admirable. No se conforma con lo que tiene y siempre va en busca de vinos «locos» y «frikis».
Los vinos — tanto en los tintos como en los blancos — suelen ser naturales, singulares y no muy comercializados. Es decir no son vinos que encuentras en Carrefour o Mercadona, sino que son vinos de autor de producciones muy bajas.
En mi caso antes podía tomarme vinos tan comunes de bajo coste que puedas encontrar en cualquier sitio, pero tras tomarme tantos vinos buenos y naturales, a veces me cuesta terminar la copa de algunos vinos.
Es el momento en el que te das cuenta de tu desarrollo gustativo.
En cuanto a los cavas me gustaría que la gama fuera más amplia, aunque siempre se va renovando la carta. Igual que los vinos se tratan de marcas desconocidas pero tienen buena relación calidad — precio.
Los quesos son increíbles.
Una tabla de quesos es una delicia para el paladar y para la vista. Cuando me invitan a comer llevo esta tabla y resulta tan resultona! (y eso que no me molan los quesos).
Lo que más me gusta de picar en este sitio es la cecina. Es tierna y parece carpaccio.
También disponen de buenos jamones, chorizos y salchichones.
A menudo Goyo — el cortador profesional de jamón sustituye a José, y es un encanto.
El trato en general es muy agradable y desprende simpatía.
Recomiendo una visita entresemana si necesitas un trato o consejo más personal, o si es un fin de semana antes de las 14h porque luego se peta.

Ayer, mientras hacía mi enésimo checking en Bendito, me di cuenta de que no lo había comentado. Esto me hace replantearme cuán ocupada a la par que despistada estoy. Pero ese es otro tema.
Bendito es… Wow!!! No encuentro palabra que la describa. Según te acercas, te invade un olorcito a queso que te hace salivar… Y en grandes cantidades!!! Tras el olorcito, encontrarás una gran sonrisa que es de José, su propietario. Este tío es una mina. Pregúntale de vinos, quesos, cavas, embutidos… Y, alucina. Yo he participado en varias catas. Por cierto, son todas sorprendentes. Tengo pendiente una en breve.
En cuanto a precios, oye que te puedes dar un gustazo y no tienes porqué dejarte el parné del mes. Mi plan ideal en Bendito es dejar que José elija unos vinitos por mi y luego me explique por qué esos y no otros. Saborear el aperitivo que acompaña a esos caldos y esperar a que la tienda no tenga mucha gente para acaparar a su propietario y empezar a preguntarle por las botellas de cava o vino que me voy a llevar. Lo siguiente es meterme en el tema de los quesos. Si no has probado el que tiene con trufa, no sabes lo que es morir de placer. Y, ese solo es uno de los que tiene. Por cierto, la cecina, el lomo… Todo ibérico, también son de excelente calidad.

Un local en el Mercado de San Fernando, encantador, entupendo, fantástico… Pidas lo que pidas, hables con quien hables, es un lugar maravillo, al igual que sus dueños.
Tienen gran cantidad y variedad de vinos y algún que otro cava.
Por otro lado y con una mención especial, tienen unos quesos espectaculares, riquísimos, franceses, belgas, españoles…
De vez en cuando organizan catas de vinos o talleres de corte de jamón.
Por supuesto que aparte de tienda, te puedes tomar un vino con aperitivo sin tener que hacer ninguna compra.

Vinilos y vinos en el mercado de San Fernando. Y por si faltaba algo, quesos para probar con el de corchetes de 4 euros.

«Bendito, vinos y vinilos», rezan algunos de los carteles que hay por la tienda. Y no se miente, porque los vinilos no solo los encontrarás en un antiquísimo tocadiscos que prácticamente preside la tienda; sino que también los encontrarás a modo de «posa copas» y de plato para las raciones. Una manera poco ortodoxa de reciclar los vinilos aquellos que se compró tu padre de Luis Cobos y del Rondó Veneciano.
Yo fui con acompañante, una gran conocedora no solo del vino, sino también de Jose, la persona que regenta la tienda, y de Goyo, un amigo de Jose que le ayuda a menudo. Allá que nos sentamos; y Jose le había dejado a Goyo un par de sugerencias para que nos dieran a probar. Yo soy un auténtico néófito en el vino y solo conozco dos tipos (el que me gusta y el que no), pero tengo que reconocer que cada vez me intereso más y que me parece un mundo de lo más atrayente.
Así que cuando, poco tiempo después, llegó Jose, me interesó mucho conocer el espíritu de la tienda. En Bendito no vas a encontrar el enésimo Paternina, ni vas a terminar con esa botella de Diamanté que siempre trae alguien a casa cuando haces una fiesta, y que te quedas mirando como «¿en serio?». En Bendito se venden «vinos radicales» (me encantó como concepto), vinos con personalidad, y artesanales, en un movimiento parecido al que hemos vendido viviendo con la cerveza artesanal. Son vinos de pequeños productores, cero industriales, y de los que Jose tiene mucho conocimiento, por lo que te va a poder aconsejar y orientar muy divinamente.
No solo es una tienda de vinos, sino que también estamos aquí frente a un lugar en el que se hacen catas, y en el que te puedes pasar a tomarte un vinito, junto con una tapita de embutidos, o incluso una ración. Nosotros tomamos una cecina que estaba espectacular, unos quesos de esos que se te da la vuelta los ojos; y mi acompañante, muy decidida, se acercó a un puesto cercano a comprar una mojama que muy gustosamente nos cortaron y que a mí personalmente me supo a gloria.
Jose además me estuvo explicando más sobre la organización del mercado, sobre la intención que tienen de mejorarlo (aún más) y de convertirlo en un sitio no solo de ocio, sino al que acudir a diario a hacer la compra. Gentes de Lavapiés (y forasteros, también); acercaos porque este mercado vale su peso en oro, y en Bendito os van a tratar como reyes.
Ah, qué cabeza la mía… ¡PRECIOS! En Bendito puedes encontrar un vino desde 5 – 6 euros en adelante. Con la garantía adicional de que te estás llevando algo bueno, que esa no la tienes siempre en el supermercado…

Pequeño local en el mercado de San Fernando especializado en vinos y quesos, tanto para comprarlos como para degustarlos en el mismo local.
El dueño del negocio es un amante del vino «honesto» como él mismo dice, vinos más artesanales digamos, producidos de una forma más ecológica y respetuosa con el producto. Esto hace que nos encontremos vinos muy originales que no dejarán indiferente a nadie.