Un pequeño y acogedor restaurante donde poder degustar unos deliciosos menús y a un precio muy asequible. Enrique es el cocinero, un chef cinco estrellas, y Marcos atendiendo al público, ambos simpáticos y acogedores y con una calidad extraordinaria en sus platos. Está todo muy rico, personalmente me encanta el asado de tira, las croquetas de jamón y puerros, la tarta de acelgas, las tortillas(cada día hace una diferente) y de postre no os perdáis su tarta de manzana.