Bar Iberia

Cómo no me había dado cuenta de que no tengo reseña del Iberia! Es un sacrilegio enorme!
El Iberia es como una parte de mi historia nocturna en Madrid. ¡Cuántas veces ha sido mi más amado after! ¡Mi salvavidas cuando vas como una cuba y necesitas desayunar o morirás!
Cuando uno entra en el Iberia y ve a todos esos queridos taxistas comiendo su codillo gigante a las 12 de la noche y bebiéndose unos pelotazos, reza porque lo estén haciendo al terminar el turno y no antes.
Los bares de taxistas son donde te sirven buena comida y el Iberia no es excepción! Te puedes poner hasta arriba y saldrás feliz!

Bar-​After Iberia:
El iberia es conocido por todos los que salimos de fiesta hasta las mil. Es el sitio que únicamente pisas para tomarte la última (o la penúltima), usar el baño, potar en el baño, pedirte un pincho de tortilla, potar en el baño y hacer tiempo para cambiar a un bar mas decente.
Tienen una norma bastante estúpida: cierran a las 8:00, te echan a la calle, y abren a las 9:00. En verano esta guay, esperas en la puerta echándote unas risas y listo pero en invierno es una jodienda, porque con la mierda del cambio climático cuando hace frío parece que estamos en Siberia (aunque seguramente sea por que vas borracho como una cuba y tu temperatura corporal ha disminuido tanto que eres un pingüino andante).
Por lo demás es eso, un bar sin nada especial. Bueno sí, lo especial somos nosotros, esos modernos que nos creemos que nos comemos el mundo guiñando ojos a todo lo que se cruza por delante, sea persona o animal (porque hay cada una…).
Volveré seguro, no queda otra.
PROS: Es un after.
CONTRAS: Es un after.

Mi primera reseña negativa #chispas
Sabia donde iba, no me imaginaba que iba a sorprenderme tan negativamente.
Me encantan los bares cutres (les llamo bares de tres letras), casposos e incluso indecentemente sucios.
Me encanta si hay buen ambiente y comida al menos aceptable.
Hoy he presenciado como echaban a dos marroquíes sólo por su nacionalidad y comentarios xenófobos.
El ambiente era de boina a rosca y banderita de España.
El café de los que te traspasan el estomago en media hora y el pincho de tortilla no tiene nombre.
Me he encontrado un pelo al primer bocado (vale, he visto cosas peores, lo retiro y sigo comiendo), pero el aceite, rancio y excesivo, no ayudaba a darle mimosidad a ese ladrillazo.
No, no hay por donde cogerlo.
No es un mal día, no es una serie de desafortunados detalles. Es una puta mierda de sitio en todos los aspectos.
Creo que he sido clara. Jajaja.
Es que sigo digiriendola.
(La de la Pampa Argentina del otro día, teníà la patata cocida en agua y luego terminada en aceite de girasol, pero no he dicho nada porque es un detalle dentro de un buen servicio y buena intención.
Estos me han aberrado. Y ya)
Oye, qué a gusto me he quedado. Jajajaja.

Cierto es que el Iberia no me pilla por las zonas que suelo frecuentar. Para mi es algo así como un bar de paso, de los de: al quinto bar, caña ahí. Y oye, siempre suele coincidir que el Iberia es el quinto.
Puede ser por la tapa que te ponen junto a la caña, por la abundancia de taxis en sus puertas. Vamos, si por alguna extraña razón el gremio del taxi desapareciera, el Iberia se iría con ellos. Pero el Iberia siempre está lleno. También puede ser por los horarios, más amplios que la jeta de algunos políticos. Todo esto ayuda a que siempre encuentres gente.

Típico momento no me quiero ir a casa/​vámonos de after que no dé demasiado miedo, ¡vamos al Iberia!
Yo sólo conozco el bar de mañana, para tomar unas cañas de esas que en realidad no deberías tomarte ya que estás mejor camino de casa, pero yo soy la típica que parece que no tengo casa y me lío muy fácilmente.
El estado en el que he venido siempre no es como para hacer una reseña detallada, es más, no sé ni cuánto cuestan las cañas, pero es barato.
Lo que te vas a encontrar es algún madrugador y mucha gente que no ha tenido suficiente a las 6 de la mañana y quiere más, la última, o la penúltima que todos sabemos que la última no existe, son los padres.

Un bar de comidas y raciones mítico en Madrid que he visitado esta pasada madrugada referencia de taxistas, curritos nocturnos y de todo aquel que después de salir una noche de copas sufre la necesidad imperiosa de devorar alimento sólido. No vas a encontrar aquí un local agrabable ni platos ingeniosos, pero si una fantástica carta con todo aquello que un walking dead hambriento necesita para poder irse a dormir y no levantarse hecho una pena… a buen precio y a altas horas de la noche o tempranas de la mañana tienes unos fantásticos bocadillos y raciones de todo tipo. Los boquerones en vinagre que puedes conseguir como aperitivo con tus cervezas, las deliciosas patatas bravas, la tortilla y los huevos fritos con patatillas son un acierto seguro para absorver ese alcoholazo que te has metido pal cuerpo… Advertencia: no abren las 24 horas, pero casi. Bön appetit…

¿Pero el Iberia no está abierto 24 horas? Vaya… ¡hubiese jurado que sí! El bar de los taxistas por antonomasia no es solo, simplemente, un bar donde el gremio se junte durante los cambios de turno para tomar algo, comer un tentempié o incluso usar el excusado, sino que se trata de un lugar mítico en las noches y mañanas de Madrid.
Yo normalmente termino hambriento después de una noche cualquiera de marcha, y generalmente es de conocimiento común que, si te plantas en la cama con una buena cantidad de alcohol y una buena cantidad de grasas ingeridas, a la mañana siguiente verás el mundo de otro color, que no será el de la resaca.
Es por ello que, quizá gracias a su amplitud de horarios, he visitado mucho el Iberia para disfrutar del típico desayuno borrachuzo, que consiste en comerte algo extragrasiento que te quite la gula y tomarte la última caña de la noche (aunque yo suelo optar por una Coca-​Cola que a estas horas me sienta mejor).
Es obvio que no es alta cocina ni vas a degustar raciones de altura en este lugar. De hecho, yo creo que jamás traspasaría ese umbral medio sobrio. Pero a las seis de la mañana en una ciudad en la que el desayuno se menosprecia de mala manera, todos los gatos son pardos.

Magnifica cocina casera, ambiente de taxistas y personal del Samur. Mejoraría con un comedor menos apretado y cocina con menos grasa

Es bar es también conocido como el sitio de parada de los taxistas de Madrid, pero cuando vuelve a abrir por la mañana en fin de semana es otra cosa…
Si has pasado alguna vez por esta glorieta a las 6 de la mañana y hs visto gente haciendo cola no es a un after sino a este bar que cuando abren las puertas la gente sale corriendo a coger mesa. Es un sitio barato de cañas y que ponen buenas tapas ‘mañaneras’ para apagar el hambre y sed antes de ir a la cama.
Sigo sin entender cómo son capaces de controlar a toda esa panda de jóvenes bebidos, pero oye, lo hacem uy bien.

No tengo una buena experiencia en este bar. Entré con mi hermano mientras esperábamos a unos amigos y pedimos unas cañas.
Nada más entrar me dio la impresión de agujero oscuro, y es que desde fuera engaña mucho con una fachada bien grande y moderna, pero luego, dentro, es tirando a oscuro.
La tapa que nos sirvieron eran unos cachos de carne con hueso que no puede reconocer, pero estaban bastante secos, y además había un viejo fumando un puro y ahumaba a todo el mundo, aunque esto último no sea culpa del bar, terminó de fastidiar la visita.

Otro bar legendario para desayunar después de salir de fiesta, el Iberia está siempre frecuentado por muchos taxistas, debido a sus buenos precios y horarios maratonianos. Su emplazamiento cerca de Huertas, Tribunal y Quevedo lo convierten en refugio de hordas de fiesteros que se agolpan en la barra en las madrugadas pidiendo raciones, sandwiches y cualquier alimento sólido que ayuda a diluir el etanol de sus estómagos. Calidad de comida cuestionable, aviso que intentar paliar la resaca aquí puede resultar en consecuencias estomacales nada agradables. Aún así, si sales dando tumbos de un bar de la zona y te mueres de hambre, es la mejor opción.

No hay más que ver los aparcamientos de alrededor de la oficiosamente llamada glorieta de San Bernardo (Ruiz Jiménez es el nombre oficial) para darse cuenta de que el Iberia es la meca de los taxistas.
Siempre que pasaba por ahí pensaba que, si van tantos taxistas, no puede ser malo. Y en efecto, no lo es. Desde que entré por primera vez, lo he utilizado de dos formas: como bar pre-​fiesta y como bar post (larga)-fiesta. Hay días en las que está toda la noche abierto y otros que vas con toda la ilusión y… cerrado.
Cuando lo encuentras abierto, puedes pedir lo que te dé la gana y a cualquier hora: un filete con un cubata a las seis de la mañana por ejemplo.
Os detallo algunas cosas que he probado allí y que no tienen desperdicio: ración de albóndigas, pincho y bocata de tortilla, pepito de ternera, sangría, croquetas, bravas, etc.
Lo mejor, el ambientazo que se forma allí a primeras horas de la mañana, lleno de gente pintoresca y de todo tipo: taxistas, trabajadores, jóvenes de after rememorando las batallitas de la noche, gente que madruga un domingo… Siempre tendrás alguna anécdota que contar.

Este bar me toca el corazón. Viví tres años a menos de cien metros y… joder, ni siquiera sé que decir. Sólo recordarlo me saltan las lágrimas. A ver: el Iberia es el mítico bar bizarro, centro neurálgico de taxistas noctámbulos y jóvenes de todo tipo y condición que terminan la noche delante de una ración de albóndigas u oreja a la plancha y tomando un Cola-​Cao o un pacharán. Eso sí: los fines de semana cierran a las once de la mañana durante una hora para quitarse a la peña que sigue de fiesta. Es de las pocas terrazas de Madrid que está puesta durante todo el año a nada que arrime un rayo de sol.
Para mí es, sin lugar a dudas, EL MEJOR AFTER-​HOURS DE MADRID, aunque tiene sus inconvenientes: aprovechando el típico descuido, una madrugá me sustrajeron del perchero de debajo de la barra mi chupa de la nieve, una Volcom de más de trescientos pavos, con la cartera, las llaves y el teléfono. Eso no se olvida, al igual que tantas y tantas mañana de gloria en el Iberia.