He comido hoy en esta cafetería de la zona de Suanzes y resultó un lugar bastante normalillo. Quizá porque comí el menú del día y no probé sus especialidades deba darle una segunda oportunidad, pero la verdad es que no me sorprendió en absoluto. Y en cuanto al precio, un 20% más caro que en otros sitios cercanos en los que la calidad es excepcional. De primero pedí una ensalada de espinacas con queso de cabra y con un aliño que parecía de bote y un chorretón de reducción balsámica que seguro era de bote. De segundo un entrecot a la plancha que no estaba mal, pero tampoco daba para un elogio, de hecho tuve problemas para cortar la carne. Otro detalle fue que la persona que me atendió no supo en qué consistían los platos del menú ni qué tipo de vinos tenían, por lo que comí lo que me pareció que no podía fallar. Volveré para probar esas tortillas rellenas que dicen que son tan buenas y ojalá que mi opinión del sitio mejore.
Lolo R.
Classificação do local: 4 Madrid
He trabajado varios años en el edificio en el que se ubica esta cafetería. Bueno, por aquel entonces era becario, la verdad, y aquel era lo que se denomina«mi primer trabajo serio», y uno de los que más me han enseñado y he aprendido. Como bien dice Óscar, la cafetería es un negocio independiente de este horrendo edificio de oficinas del polígono de Julián Camarillo. No es que sea muy feo el edificio tampoco, pero era un poco malvado: en más de una ocasión me he quedado encerrado en los ascensores de cristal(el ascensor de cristal es una horterada, por cierto) y por otro lado, tenía un sistema de climatización que o bien te mataba de frío o de calor: para él no existía el término medio. Sin embargo, la cafetería era un oasis, un remanso de paz. Un sitio distendido al que bajar a comer o a desayunar(aunque para comer se ponía IM-PO-SI-BLE). Algo cara, sobre todo si la comparabas con algunas de las opciones cercanas, que eran baratísimas(y más porque pagábamos con los tickets de restaurante que nos daban en la empresa) pero nos hacía el apaño un par de veces al mes. Y la comida, además, muy rica, que es lo que importa.
Óscar H.
Classificação do local: 5 Madrid
Un gran descubrimiento veraniego. Los pinchos de tortilla rellena de este local. Casi seis años llevo pasando por la puerta de este local y seis años he tardado en darme cuenta que no era la cafetería de una empresa cerrada, y no tenia acceso al público en general. He ido ya en tres ocasiones y voy a repetir muchas. Es de las pocas cafeterías que tiene terraza realmente agradable en el polígono de Julián Camarillo, en frente césped natural, una fuente, un olivo y un ciprés, además como está elevada no tienes que ver la calle y la gente. Para mí lo más destacable de este local es su variedad de tortillas, rellenas de jamón y queso, rellena de picadillo, vegetal, con lomo hasta con morcilla de Burgos la he visto un día. Por suerte sirven en las mesas y hay bastantes camareros, por lo que no se hace eterno(a los que llevamos el tiempo justo), como no cogen cheques. Ah! y tiene menú del día, que es un poco más caro que en los bares /restaurantes de alrededor, pero que merece la pena.