Almoneda Ramiro

Lo primero que diré de esta almoneda es que la adoro. Siempre estará entre mis almonedas favoritas por haber expuesto en su fachada una mesa negra baja lacada, en cuya parte superior se recreaba una escena de pájaros revoloteando alrededor de un rosal con una estética oriental. Ahora está en el salón de mi casa.
Una vez dicho esto, Ramiro es una empresa familiar que lleva cuarenta años en el rastro. El hijo empezó con doce años descargando muebles, compró un camión, más tarde animó a su padre a abrir una tienda y hasta ahora.
Empezó vendiendo muebles de oficina modernos, más tarde antiguos, pero al final optó por diversificarse. A veces vende sus lotes a las almonedas especializadas en muebles antiguos, otras a clientes, el caso es tener siempre algo que ofrecer, bien al público de calle, bien a sus contactos más selectos.
Compran Muebles, Lámparas, Cuadros Antiguos, Libros, Porcelanas, Menudencias, y todo Tipo de Muebles y Objetos de Decoración. Vacían buhardillas, trasteros y compran restos de tiendas.
Entenderás ahora que en Ramiro puedes encontrar cualquier cosa. Eso sí, es como hacer footing. No vale con correr un día y pasarse dos meses sin moverse. Aquí es igual, hay que acudir cada cierto tiempo. Un día encontrarás tu tesoro.

Si estás interesado en vender todos los enseres de tu casa porque estás arruinado o hashttp://www.qype.es/place/329 532-Almoneda-Verones-Madrid?hide_related=true # heredado miles de trastos de tu abuela, puedes llevarlos allí. El propietario es muy amable (el único amable en todo el Rastro) y siempre se encuentra algo interesante.
También hay unos señores que son muy majos, que se ponen delante, un poco más arriba en la misma calle, pero no tienen local. El domingo pasado tenían unas botas de montar de segunda mano monísimas y por 20 euros, pero no nos valían ¡Qué pena! ¡Viva el vintage!