Aldaba

Primera vez en ALDABA, restaurante de toda la vida del que todo el mundo habla maravillas. Nos esperabamos un sitio más estirado pero la verdad es que nos encontramos como en casa.
Local elegante y bien decorado, en tonos claros, manteles, servilletas y vajilla de nivel. Carta de cocina de mercado muy apetecible, con varias sugerencias fuera de carta.
Pedimos varios platos a compartir que vinieron repartidos y emplatados individualmente. Buen detalle.
Como sugerencia fuera de carta, setas de cardo con foie. Tiernas y melosas, coronadas con una rodaja de un excelente foie a la plancha. Una delicia.
Arroz con liebre y setas. Arroz bomba perfecto de punto, con el saborazo a campo que le da la liebre, las setas y una brizna de romero Extraordinario.
Finiquitamos con unos callos a la madrileña, de merecida fama. Picantitos y tiernos. Muy buenos.
De postre un refrescante helado de albahaca que vino muy bien para rebajar.
Para el vino nos pusimos en manos de Manuel, el maitre-​sumiller, que nos puso uno de sus vinos preferidos, Tragaldabas, un tinto de uva rufete, ligero y con matices minerales que le fue como anillo al dedo a los platos que pedimos.
Estuvimos muy bien atendidos, y mantuvimos una animada charla sobre los vinos y la vida con Manuel, que se desvivió por que estuviéramos a gusto. Muchas gracias.
Buen pan, aperitivo al comienzo y tejas con los cafés de parte de la casa.
Aunque Aldaba no es un restaurante barato, con la ayuda del Kviar acabamos pagando sólo 40 euros por barba. Visto lo consumido y el trato recibido, un regalo. Nos ha encantado. Repetiremos muchas veces.

Everything was spectacular, start to finish… Very professional thoughtful service.

un sitio totalmente recomendable. No conocíamos el restaurante Aldaba original pero podemos decir que la renovación ha sido todo un acierto. Y es que han conseguido un local impecable, tienen una carta renovada y divertida y si eres un amante del vino te lo vas a pasar pipa. Nosotros somos unos simples aficionados y lo disfrutamos como en ningún sitio. Manuel es entusiasmo puro y te lo pega fácilmente. Eso sí, no descarto que seamos tan catetos de pedir otra vez los tres mismos platos. Si para probar algún otro, tengo que dejar fuera el tartar de atún, el bonito con tuétano o el steak tartare… me va a costar decidirme.

Small, family owned restaurant. I went on a suggestion by a friend who has liked it for years and years. Food was very good. I had nice seasonal vegetable appetizer followed up by wonderful albondigas (meatballs).
Convenient location near the AC Cuzco hotel and Paseo de Castellana. I will definitely go back when I am in Madrid.

Aldaba es uno de esos restaurantes de categoría y mucha fama en Madrid.
Espacioso y decorado de forma clásica y sobria, puedes degustar una extensa carta de base tradicional pero con toques innovadores. Uno de sus platos más famosos son las albóndigas, que la verdad es que son deliciosas.
Yo siempre que voy me pido alguno de sus platos de cuchara, que son mi perdición, y aquí me he tomado algunos de los mejores potajes que probado en mi vida. También es increíble el carpaccio de bacalao y carabinero.
Además tienen un sumiller fantástico, que apoyado en una bodega sensacional te ayudará a acompañar la comida con el caldo apropiado.
Y por si no se deduce de todo lo que he contado, el sitio es caro, pero lo vale.

Excelente restaurante desde sus mejores platos y vinos hasta la atención y elegancia del personal. Un lugar amplio y con un ambiente bastante moderno. Me gustó mucho la presentación de la mesa, muy aseada y fina. Sus platos a cual de todos mejor (las raciones son generosas incluso para compartir entre dos personas) Recomiendo especialmente mollejas de cordero acompañadas de pimiento rojo, de postre las torrijas de leche y para terminar un pacharán casero. El precio sin vino seria sobre unos 55 euros aproximadamente y con uno bueno de ellos sobre unos 80 – 100 euros, la verdad es un poco caro pero la comida es exquisita.