Sacha

It’s 4.5 but it is nit picky. When you order a bottle of wine, open it table side not in the back. Staff was excellent. Easy to communicate if you at least try Spanish. Not touristy. More of a destination. Not foodie but very very close. Worth the visit. Owner walks around. Main maitre d is a gentleman. Great place to eat.

Había ganas de probar SACHA, el restaurante que lleva toda una vida dando bien de comer en un agradable callejón peatonal ajardinado de la calle Sor Ángela de la Cruz. Alérgico a las modas y a las estrellas Michelin, un restaurante que registra llenos diarios algo tiene que tener.
Local pequeño y con solera, cuando aprieta el calor no sirven dentro y trasladan el restaurante a la terraza. Por cierto, una terraza preciosa, con sus mesitas de teka y sus románticas lamparillas, rodeada de vegetación y con suficiente espacio entre mesas.
Sacha tiene una carta en el que el protagonista es un producto de máxima calidad. Pocos platos y muchas especialidades del día en función del mercado. Todo muy apetecible. Nuestra opción fue:
Jurel con escalibada. El pescado servido casi crudo, ligeramente marinado en una especie de salmorejo templado muy delicado. El contraste resulta una auténtica delicia.
Tortilla de boquerones. Muy jugosa, acompañada de unas piparras fritas nada aceitosas. Excelente.
Y no podíamos dejar de pedir el tuétano asado. Servido acompañado de unos trocitos de un excelente solomillo como «guarnición» y una salsa bordelesa para comer a cucharadas. Un plato contundente y adictivo.
No pudimos con el postre, y es que ponen unas raciones muy generosas. Aquí se viene a comer, nada de tonterías ni postureo.
Carta de vinos muy completa de la que elegimos un fresco y fragante Albariño Pazo San Mauro, que acompañó la comanda a la perfección. Con un café y un Gin Tonic para rebajar, cerramos una cena memorable en la que comimos de fábula y estuvimos agustísimo.
Servicio de buena escuela, amable sin resultar empalagoso. Adecuada cadencia entre plato y plato. Vajilla y cristalería correcta aunque las servilletas ya van pidiendo una renovación. Cestita con varios tipos de pan.
La cuenta ascendió a 97 euros, excelente relación cantidad/​calidad/​disfrute.
En resumen, un sitio para repetir y recomendar. El único detalle que no nos gustó es que cobran 3 euros más Iva por barba en concepto de cubierto y no ponen ni un triste aperitivo al inicio y de «petit fours» para acompañar el café ni hablamos. Pero bueno, como decían en «Con faldas y a lo loco», nadie es perfecto.

Cuando esta en Madrid, necesita va al restaurante Sacha. Todos son excelentes.
Fuimos despues no podemos ir a Segovia, y habiamos comer la mejor comida de nuestro viaje. Todos deben ir.
When we went, it was very difficult to find this restaurant – it’s a hidden gem, for sure. But once we found it, we were so happy because the food was simply amazing. Ranks in the best meals I have ever had.
The menu at the time was simple, but excellent. Classics done well – solomillo (steak) with pieces of black truffle on top (the smell was mouthwatering), bone marrow, and fresh, delicious ensalada de tomates rosas. The service is quick, professional, and accomodating to those of us whose Spanish is limited.
I usually spend a lot more time on reviews, but for this one: just go if you can. You won’t regret it. Plus, bonus, it’s highly recommended by top chefs.

Cocina de verdad, buenísimos ingredientes y todo muy bien cuidado. Un lugar excelente y acogedor para ir, merece la pena probar todo. Cada vez que voy pido cosas diferentes y nunca falla, siempre es mejor que la última vez.

I loved this place. Creative food. Intimate. Cool.
One dish was an omelette. He covered it with green Spanish peppers. It was sort of hard to eat but it was delicious. The shrimp brochette was great as was the beef.
The menu changes very frequently.
Intimate little space. Service was professional but a bit distant and I had a hard time communicating with the waiter (he had a difficult accent).
It is located around the corner from the street where you are dropped off.

Uno de nuestros restaurantes preferidos para ir a cenar en pareja. Esta botillería tiene una decoración con mucho encanto, iluminación ténue con la que consiguen que el ambiente sea bastante íntimo.
El servicio es excelente con mucha experiencia y profesionalidad. Pero sobre todo destaca una cocina simplemente perfecta. Carta de temporada con productos de primera y elaboración perfecta. De lo que hemos probado nos ha encantado la lasaña de txangurro, el steak tartar, el villagodio con tuétano y la tarta de manzana. La relación calidad precio me parece muy buena.
A su dueño, Sacha Hormaechea le caen premios por todos lados. El último ha sido el premio Metropoli a restaurante del año. Ni mas ni menos.
Eso sí, hay que tener un par de cosillas en cuenta a la hora de ir a este restaurante. La primera es que está en un callejón peatonal un pelín escondido. Lo más fácil es que toméis como referencia el Restaurante Rubaiyat. Sacha está pegado al mismo en el callejón peatonal que tenéis a la derecha de Rubaiyat.
Además, en esta zona el parking está complicado. Si os estáis desesperando la el parking público más cercano es el de Juan Hurtado de Mendoza que está al lado del Alfredo’s. Eso sí, barato no es.
Ah, y también deciros que tienen una buena terraza en la que en verano se está de maravilla. Personalmente prefiero comer dentro porque tiene más encanto pero si sois o vais con fumadores… es una opción estupenda.

Simple but great! Excellent ingredients perfectly prepared. Our best, of many, meals in Madrid.