El bar Castilla II ha sufrido ultimamente una gran remodelación por lo que actualmente no se parece en nada a lo que era. Ha sido un lavado de cara, que dicho sea de paso, le ha venido muy bien. En el bar encontraremos normalmente a 2 camareras muy atentas, y en ocasiones al dueño, que tiene un trato muy amable y cercano con los clientes. La tapa que sirve son las alitas de pollo. Muy ricas y las deja en su punto. La limpieza del bar está muy conseguida, y los precios son bastante mas bajos que los del resto de locales cercanos.