Es un sitio muy agradable para pasear, sobre todo con los niños, donde hay un área de juegos y caminos para la bici. El hecho de contener al Kisco de El Lago lo hace idóneo para tomar un café o unas tapas, tanto en invierno como en verano, donde se llena de veladores. El tema pendiente es el lago en sí, está algo descuidado y al no tener vallas lo hace peligroso para niños pequeños y animales que se puedan acercar al mismo, ya que se pueden caer.