Plaza de la Corredera

The sheer number of culinary options available in Córdoba’s own plaza mayor is enough to have you come by, sit down at a table of your choosing and enjoy an afternoon or evening with friends over beers and various tapas. Aside from the obvious beauty of Corredera, the broad expanse of space that can be filled with locals starting from the early evenings up until midnight and beyond (you know how Spaniards work their schedule) is telling of this area’s popularity.
When in Córdoba, make sure to come here; it’s likely you’ll pass by the Roman Temple’s remains, encounter some neat bars touting themes from jazz to casual, and feel like rewarding yourself for making it to a historically rich, gorgeous city like Córdoba with some touristy sangria. Hey, let’s be real: Sangria is rarely consumed by the average Spaniard! It’s more of a tourist/​foreigner beverage, sorry to break it to you. But I’m sure the Spaniards are proud of their sangria — but nowhere near how proud they are of their more fundamental delicacies, like jamón.
Make sure to take opportunities to sample as many different tapas as possible; Spanish cuisine has much more to offer than what first meets the eye.

En época de cruces fui a la plaza de la corredera y me impresionó. Dicen que es la mejor plaza de España, y lo peor es que puede que tengan razón (después de la plaza españa de mi Sevilla Jaja).
Esta plaza se localiza en pleno centro de Córdoba y cuando entras se puede observar que está toda llena de arcos que hacen que te puedas desplazar por las diferentes bocacalles que la rodean. Dentro de ella hay numerosos bares, por lo que es dificil evitar tomarte una cervecita con unas buenas aceitunas aliñadas, además de las numerosas tapas que ofrecen los diferentes bares.
Me gustó mucho, como toda Córdoba. La única pega que puedo poner es que la cruz que se encontraba allí se situaba al fondo de la plaza, por lo que era muy poco vistosa, en vez de ponerla en el centro para que se contemplara mejor. Por lo demás un sitio estupendo.
Muy recomedable, tanto para dar un paseo como para tomar unas tapitas. Uno de los mejores sitios de Córdoba, sin duda.

La plaza de la Corredera, eclipsó su monumentalidad durante 63 años, los comprendidos entre 1896, en que se levantó un mercado central de abastos, y 1959, en que fue demolido.
El Ayuntamiento acordó en 1956 demoler el mercado, lo que se materializó en 1959, en que los cordobeses descubrieron con asombro una hermosa plaza del siglo XVII. Sólo disgustó aquella decisión municipal a los pequeños comerciantes de la zona, por lo que el alcalde ordenó la construcción de un mercado subterráneo de barrio que los alojase. La excavación produjo el hallazgo de una docena de mosaicos romanos, que se instalaron en el salón del Alcázar llamado desde entonces de los Mosaicos. Coincidiendo con la demolición del mercado también fueron suprimidas las insalubres lonjas municipales instaladas en el antiguo Pósito, junto al Arco Bajo. La plaza de la Corredera, inició así su recuperación arquitectónica y, tras su declaración en 1982 como monumento histórico-​artístico nacional, ha suscitado de nuevo la atención de las autoridades.

Como cervecero empedernido, amante incondicional de las tapas y cordobés por amor, me declaro muy fan de la plaza de la Corredera.
La entrada a esta plaza impresiona por muchos motivos. Los accesos consisten en arcos pequeños a los que se llega desde calles estrechas, como es propio de todo el barrio de la Judería. Así que cuando cruzas ese arco, el cambio de dimensión es brutal, te transportas a una plaza de un tamaño enorme donde apenas alcanzas a ver la salida al otro lado de la plaza. El hecho de que en casi la totalidad de la plaza no haya nada no hace sino aumentar esa sensación de gran espacio. La plaza tiene forma rectangular, algo inusual en los enclaves turísticos de Andalucía.
Una vez entras en la Corredera, no pasarán 15 segundos hasta que alguien te informe sobre alguna oferta de bebida + tapa o de menús. Y es que, a diferencia de otras plazas de Córdoba donde el aspecto cultural o turístico es más importante, creo que la Corredera es una «plaza gastronómica». La misma ciudad en sí es muy propia para tomarte una cervecita con unas aceitunas al sol, pero aquí ya es que directamente casi no me puedo resistir. El ambiente es siempre inmejorable, raro es que en cada ocasión no encuentres a alguna tuna/​despedida de solter@/actuación.
Como he dicho antes, el centro de la plaza está en su mayor parte desocupado, ubicándose todos los comercios en los márgenes laterales. En lo que respecta a los bares, he probado 2 o 3 distintos y en esencia son iguales (de buenos). Cerveza barata, por ejemplo botellines de Heineken a 1 €, así como las tapas, que además son deliciosas y muy propias. En los distintos bares en los que he estado, jamás he sido mal atendido. Siempre han cumplido en tiempo de atención, de servir el pedido, de amabilidad y de calidad. En este sentido, solo cabe añadir que esa cervecita que apetece tanto a las 13:00 es un imprescindible probar en la Corredera alguna vez (ojo, se está tan a gusto, que cabe el riesgo de repetir continuamente).
Poco más que añadir, simplemente no acabaré este comentario sin al menos mencionar el resto de comercios de distinta naturaleza pero igualmente llamativos, como las tiendas/​mercadillos de antigüedades, floristerías o locales de comida menos tradicional, como restaurantes de kebab.

La plaza de la Corredera es uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad de Córdoba. Única plaza mayor cuadrada de Andalucía y la más emblemática de España junto a la Plaza Mayor de Madrid y Plaza Mayor de Salamanca. Situada en el centro de la ciudad, a la bajada de la calle Espartería. Tiene su entrada y salida a través de los llamados Arco Alto y Arco Bajo, así como por las calles Sánchez Peña y Toril.
Actualmente la Plaza de la Corredera es un espacio de esparcimiento y ocio. Maravilloso espacio ludico con bares y grandes terrazas, algún anticuario y uno de los mercados de abastos mas bonitos y de calidad de la ciudad en la misma plaza.
Desde la remodelación de finales del siglo XX, también convertido en un espacio cultural en los diversos festivales y festividades de la ciudad.

Cuando llego a la Corrdera de Cordoba parece que me traslado a una plaza soportalada castellana.
Hoy la Corredera es un lugar de encuentro de modernos, un lugar donde fumar algo, tomarse un tintito o una cerveza y porque no, tomarse unas berenjenas a la miel o un buen salmorejo.
Los fines de semana es un placer sentarse en sus terrazas a tomarse la media de tomate con el café, y sino directamente sentarte en el suelo a charlar con amigos.
Un espacio especial en Córdoba.