Techos Bajos

Popular, agradable, limpio, amable, barato, luminoso, etc. Así se puede definir al Techos bajos.
Es un restaurante de pescado, de sabor muy popular, que tiene toda la pinta de negocio familiar bien movido y con mucho enganche.
Fui por recomendación el último día de trabajo en Cartagena y literalmente me puse hasta arriba.
Muy buenas las almejas, muy buena la sepia, muy buenos los mejillones, y muy bueno todo lo que comí. Realmente barato.

Llegamos a esta freiduría recomendados por una chica de la oficina de turismo de Cartagena. Pretendíamos comer un arroz o un caldero, pero nada de nada en la carta. Todo pescado frito y algunas cosas a la plancha. En general todo muy rico. Pedimos unas morcillas, unos chopitos, calamares, varias ensaladas y gambas al ajillo. De beber sangría (de grifo). Todos los platos estaban bastante bien, la relación calidad precio bastante buena.
El restaurante tiene pinta de estar ahí de toda la vida. Un restaurante sencillo con mesas con mantel de papel a cuadros. Cuando llegamos estábamos solos, pero a las 14:00 la cosa empezó a llenarse, por lo que seguramente, en fines de semana habrá que reservar.
El postre me decepcionó, un arroz con leche de supermercado. El camarero no derrochaba simpatía tampoco y la cuenta fue algo elevada para mi gusto. Pero la razón por la que le pongo 3 estrellas y no 4 fue por los detalles de la sangría (que tampoco cuesta tanto hacer una sangría casera) y el arroz con leche… misma razón.

Sitio con encanto para acercarse a uno de los barrios de pescadores u poder difrutar de una fritada recien sacada del mar más fresco imposible.

muy buena calidad aqui estubo trabajando una amiga, carmen te hecho de menos, a quien le guste el pescado este es su sitio casi a orillas del mar lo mejor de lo mejor.

restaurante acogedor situado en el puerto de pescadores de la ciudad portuaria de Cartagena.
ideal para degustar frituras de pescado adquiridas por los pescadores de la zona.
local muy agradable con buenisimo trato por parte de los camareros.