La Cremería

Entramos en esta heladería porque había una combinación de sabores (naranja y cono de chocolate) que a Fon M le vuelve loco, aunque hacía frío y no nos apetecía especialmente. Sin embargo, al ver los sabores que no sería capaz de reproducir pero que eran mezclas de sabores y texturas cambiamos de idea. El helado de macaron, una mezcla entre almendras y chocolate blanco, me pareció una delicia. Lo pedí en tarrina (2 € la pequeña con 2 sabores, 2,5 € la mediana, bien grande) y me pusieron un pequeño cono encima para tener una textura más. Éramos cinco, ninguno conocía el sitio y probablemente a ninguno se nos vaya a olvidar. Una heladería estupendísima y muy recomendable.

Es un poco triste y me da mucha envidia ver cómo los demás disfrutan de casi todos los sabores, pero no soy muy fan de los helados. Sin embargo, hay una combinación poco común que me chifla: helado de naranja en cucurucho de chocolate. Cuando descubro una heladería que los vende, no puedo resistirme a comprarme uno.
Mis amigos se animaron y probaron un montón de combinaciones: macaron, cheesecake, amaretto, galleta de chocolate… Del mío diré que la naranja sabía muy natural y el cono estaba rico y consistente.
La chica que nos atendió era muy maja y el precio, razonable, así que no hay pero alguno para no otorgarle sus merecidas cinco estrellas.

Para mí, esta heladería tiene los mejores helados de Cádiz.
La tarrina pequeña cuesta 2 euros, y puedes mezclar dos sabores. Recomiendo el de dulce de leche, que es delicioso. El sabor estrella es el de tarta de queso. También tienen de fresa, de yogur, de tiramisú, vainilla, tres chocolates, nutella…
El local es pequeño, no tienen mesas pero sí hay algunos bancos fuera. Además de helados, venden pastelitos, pero no los probé.
En definitiva, es una buena opción para tomar helado si estás por la zona. Y si no, la línea 1 del autobús urbano tiene una parada justo delante. ;)

Una vez que el Cambalache tuvo que cerrar pasó una papelería pero sin mucho éxito.
Para sorpresa de muchos se vieron obligados a cerrar y ya hace unos 5 años aproximadamente que se abrió esta heladería.
Personalmente considero un acierto su emplazamiento ahí a pesar de no estar en pleno paseo marítimo, ya que los helados de esta ‘gelatería’ seguramente sean de los más ricos de Cádiz capital.
Un italiano es el encargado de hacer estos mantecados, mientras que dependientas gaditanas son las que se encargan de venderlos.
Suelo venir varias veces en verano, ya que son de precio relativamente asequibles y por ello se suelen formar colas.
Hay unos 25 sabores aproximadamente para elegir, aunque suelo ir sobre seguro y comprarme gelati di cioccolato e vaniglia.
Servicio de camareros correcto.
Lo mejor: los helados
Lo peor: el local, ya que no hay mesas para poder tomarlo dentro cuyas dimensiones son muy reducidas.