Restaurante con muchos años en activo, donde recomiendo ir allí para comer/cenar en grupos y en familia. La ubicación es inmejorable, ya que se sitúa prácticamente a pie de playa justo enfrente del módulo Malibú, es decir, en plena Playa Victoria. El trato suele ser muy correcto y lo mejor que tiene es sin duda la carne y el pescado fresco, fresco. También tienes que dejarte recomendar por los platos típicos del local que se encargará de recordarte el dueño. Hay varios ‘peros’ en este local, y es que se suele llenar demasiado en época estival por lo que el bullicio está más que garantizado y si hay días que necesitas más tranquilidad pues te recomendaría otro local. Además, cuando sueles terminar tus platos según mi experiencia te suelen meter un poco de prisa indirectamente(recogiendo platos, cubiertos, etc) por lo que reposar la comida en el mismo local parece que está mal visto por los camareros. ¿Por qué? Porque parece que te «ponen la cama» para que abandones y pagues, y así dejes esa mesa libre para los siguientes clientes, por lo que incomoda un poco. En definitiva, la clientela suele ser familiar y de elevada edad, aunque realmente se suele ver de todo. Yo ya dejé de ir a este sitio por estos«feos» aunque no descartaría volver ya que tengo buen recuerdo de la comida y de sus empleados. Lo mejor: la comida y el emplazamiento. Lo peor: lo anteriormente comentado en la reseña.