Rodríguez Fusters

No hace mucho mi padre me dijo que Barcelona está llena de balcones con puertas mallorquinas (esas de madera que se doblan), pero que muy pocos lugares las reparaban o las vendían.
Rodríguez Fusters es uno de esos lugares.
Además de arreglar rejillas de terraza, fabricar y reparar muebles, los Rodríguez se encargan de ir a tu casa, ver cómo tienes la susodicha puerta del balcón y si lo cree conveniente te presupuesta el arreglo o bien te fabrica una nuevecita de trinca. Lo que puedes gastarte en algo así dependerá de la madera que prefieras, las fechas de entrega, etc.
La tienda parece pequeña pero como buena ebanistería, tiene buen tamaño para que el señor Rodríguez (muy amable y simpático) pueda trabajar.
Incluso si se lo pides, te arreglará un mueble de IKEA y probablemente lo dejará mejor que como lo compraste. Con lo malo que es el conglomerado y lo buenas que son sus maderas, ¡dónde vas a parar!
Si tu intención es cambiar la puerta de entrada de casa porque con una pataduela se abre, este carpintero podrá ofrecerte también buenas opciones. Y si lo tuyo es la histeria colectiva y la manía esquizoide por una invasión alienígena, siempre puedes hacerte con una súper puerta blindada por 1.000 €, con su llave grande, su marco dorado y su cobertura de madera para que no se diga.
No inventes historias, que el Loctite no lo engancha todo, a veces necesitas a un buen profesional.