Bonito sitio. Pequeñito e íntimo. Tiene poquitas mesas así que es recomendable reservar para asegurarse de que tendrás sitio. Perfecto para una cena en pareja o para un grupo muy reducido, aunque también hay que decir que no hay mucha privacidad ya que el espacio entre mesas es mínimo. El personal de cocina trabaja en una cocina separada por un cristal excepto los que preparan el sushi, sashimis y demás que estan a la vista e incluso tienen una mini-barrita para cenar mientras les ves preparar platos(digo mini porque solo caben dos personas xD). La que parece la dueña del local es una señora muy educada y correcta y la otra camarera también, y aunque esta última no era japonesa sabía explicarte con detalle de que se componen los platos. Pedimos una botella de vino blanco de la casa, afrutado y fresquito. Mi acompañante pidió un menú de los que había al principio de la carta que contenía diferentes sushis, sashimis y nagiris. Decir que, aunque a mí no me gustan los crudos, había alguno que podría haberme comido ya que no estaban todos crudos, como el que llevaba foie caramelizado que tenia una pinta espectacular. A él le encantaron desde luego. Me dijo que estaba todo fresco y bien preparado. Yo pedí unas gnozas de carne y verduras que estaban en su punto y una anguila con arroz que estaba espectacular, tanto que me comí este plato lentamente porque no quería que se acabara. La anguila suave, sabrosa, se deshacía en la boca. De postre pedimos un coulant de té verde buenísimo, a compartir porque estabamos muy llenos. Dos cortados con hielo. Si no recuerdo mal(hace varios días ya) creo que fueron 63 €. Me pareció un precio muy correcto calidad-precio. Para repetir sin duda.
María José P.
Classificação do local: 5 Madrid
¡Por fin un japo en el barrio! ¡Y además de calidad! Paseando por la Rambla del Poblenou descubrimos que habían abierto este restaurante japonés, tardamos poco en probarlo y muy poco en repetir. El local es pequeñito, así que mejor reservar, sobre todo si somos muchos. También algunas mesas en la terraza en la misma Rambla. La calidad de la comida es muy muy buena. Probamos un montón de cosas, desde diferentes opciones de sushi, tataki, tempuras, yakisoba, arroz… Todo estupendo, sin excepción. Y cantidades muy correctas en relación al precio. Además, no es nada caro para ser un japo de esta calidad. Y el personal muy amable y atento. Nos recomendaron de postre un surtido de una especie de makis dulces, que estaba muy rico. Pues eso, que estoy encantada de tener por fin a mano un japo de los que te apetece volver una y otra vez, ¡probadlo!