Sau lecker, hatte Fleisch auf heissem Teller. Vorher gab es ein Gruss aus der Küche.hmm Lecker. Das Ambiente ist super, und der Service nett. Gerne Wieder.
Jorge B.
Classificação do local: 3 Barcelona
17 de febero 2012, comida en El Magtzem del Port, con mi mujer y tres grandes amigos. Situado en la Barceloneta, dispone de una de las mejores terrazas, pero dado el frio de esta época del año, comimos dentro de su, pequeño, acogedor y encantador comedor, donde la madera hace que sientas muy agusto. El primer gran problema fué y aunque resulte increible la climatización del mismo, el aparato que se suponia que tenia que darnos calor estaba de baja laboral. Increible que ocurra esto en un restaurante de esta categoria y a pesar de nuestra queja, no hubo manera de conseguir una temperatura adecuada. Este pequeño incidente no mermo nuestro animo de pasarlo bien y de comer mejor. Dado que la intención de todos era comer paella, concretamente la que da nombre al restaurante, optamos por unos primeros suaves. Estos consistieron en una buena ensalada de bonito, aunque ridicula en su decoración y condimento, unas alcachofas aceptables, todo y que a mi gran amigo Oscar le encantaron, y para terminar tapa de pescadito frito, este último entrante me pareció una broma, muy mal servido, escaso y de gusto muy normal. Los entrantes comentados los bañamos con un correcto Barbadillo blanco, dos botellas. Sin mucha demora, lo cual es de agradecer, llegó la palla. En ese momento si que se noto la fama del local, estaba buenísima, gran sofrito, con mucho sabor, ingredientes frescos y el grano del arroz en su punto, de tonalidad oscura. Un diez a la paella, de las mejores que me he tomado en Barcelona, un diez de nuevo. Para marinar la paella optamos por tinto, en mi opinión el mejor blanco es un buen tinto, la decisión tomada era un Emilio Moro, pero por desgracia no les quedaba ninguna botella. Optamos pues por otro Ribera del Duero, que estaba muy bueno, joven, fresco y muy agradable, de color teja impresionante. Me tendreis que disculpar pero no recuerdo el nombre, lo que si recuerdo es que pedimos dos botellas. De postre unas galletas de chocalate bastante mediocres, cafes, dos copas de pacharan Baines etiqueta oro y dos gin-tonics de Segrams. En total 56 euros cada uno. A tener en cuenta y destacar: los camareros muy simpáticos y agradables. La carta de vinos escasa y muy muy cara, exageradamente caros los vinos ofertados. Luego se quejan en la restauración que la gente no consume vino. Muy descompensado en cuanto a calidad entre los entrantes que pedimos y la gran paella. Eso no se lo puede permitir un buen restaurante. Lo de la climatización, en fin, eso puede ocurrir. Ideal para verano, dada la espectacular terraza que tiene y para tomar una de las mejores paellas que he degustado. Salud a todos. UPTHEIRONS!
Giusep
Classificação do local: 4 París, Francia
Este restaurante fué creado en el año 1996 en el antíguo almacén del puerto de Barcelona, concretamente en el Palau del Mar. Su cocina se basa en la calidad del producto y en su sencillez y de esa manera obtiene unos sabores extraordinarios. El restaurante es famoso por ofrecer una de las mejores paellas de Barcelona. Su materia prima es de altísima calidad, basada en la selección de los mejores productos traidos de una parada de pescado fresco que la tía del propietario tiene en el Mercado de la Boquería. Aparte de los arroces, también se puede degustar tapas como los mejillones a la marinera, croquetas caseras, unas anchovas exquisitas y luego tienes los platos de pescado como el pica pica de gambas, las sardinas en escabeche, los chipirones, etc. En arroces yo recomiendo el ‘arròs mariner del senyoret’. El Magatzem es el local más pequeño de todos los que integran el Palau del Mar, con solo nueve mesas en su interior y una pequeña terraza de la que se puede disfrutar de la vista del puerto sin ser observado. Es un local ideal para cenas íntimas o para cenas con amigos.
Álex R.
Classificação do local: 4 Barcelona
Un almacén del puerto convertido a restaurante. Tratan el producto con mucha delicadeza, y ponen especial mimo en los pescados y los arroces. En El Magatzem se come una paella excelente, con un arroz de tonalidad oscura que esconde, según dicen, un toque de sepia. El trato es muy afable y familiar y uno siente, sin tener que acudir día sí y día también, que se encuentra entre amigos. Es el restaurante más pequeño del Palau de Mar, con una terraza espléndida y un pequeño local interior, muy íntimo y decorado con motivos marineros.
Glória T.
Classificação do local: 5 Barcelona
Impresionante, estupendo, buenísimo, increíble…podría ponerle aún un mayor número de adjetivos cualitativos y superlativos. No exagero, no… de verdad que es uno de mis restaurantes preferidos, por no decir el que más. Aparte de su situación, al borde del mar, su ambiente(antes era un antiguo almacén portuario) su excelente servicio(lo lleva un matrimonio en que ella tiene una parada de pescado en el mercado de la Boqueria, por lo que todo es fresco) que te hace sentir muy cómodo, la comida es increíble. Las tapas son a cual mejor, tienes de gambas, de chipirones, de almejas… no te pierdas sus arroces o su pescado. Todo elaborado de forma simple y natural, sin salsas o cocciones complicadas. El restaurante en sí es muy pequeño pero la terraza ofrece mayor amplitud y vistas al Mediterráneo. Es carete y más si vas de celebración y dispuesto a no vigilar el precio, pero te garantizo la satisfacción.
Julián S.
Classificação do local: 4 Barcelona
El Magtzem forma parte de esa«familia» de restaurantes que están junto a la playa, o al Port Vell en este caso, con una carta esencialmente de productos marinos y con un precio más bien elevado. Si piensan ir un fin de semana tendrán que reservar antes, porque casi siempre está todo ocupado desde antes que abran. Tiene una pequeña sala interior con 4 o 5 mesas chiquitas, pero el fuerte es la gran terraza con vistas al Port Vell y sus yates. El personal es de destacar ya que, a pesar del alto standing, se manejan con profesionalidad pero también con un trato cercano con los clientes. Buscando la sonrisa y complicidad.