Horchatería Vida

Una merienda deliciosa en un entorno estupendo: la huerta valenciana. Los productos son de gran calidad, probamos la horchata y los fartons y ya puedo decir que son mis fartons preferidos del universo. Recién hechos, artesanos, cada uno diferente del siguiente (sorry por las marcas de fartons industriales, pero me repele comerme fartons idénticos y secos), enormes, con poco azúcar, vamos el imprescindible; los sirven calentitos y entran que da gusto, y con dos te quedas de cine.
La horchata también estaba muy buena, de Alboraya ¡cómo no! además en invierno también hacen horchata granizada, y pude comprobar que los chocolates calientes también iban que volaban, pues fuimos en un domingo de entrado el mes de noviembre y apetecía algo calentito. En invierno solo abren viernes, sábados y domingos pero vale la pena desplazarse un poco a las afueras de la ciudad para disfrutar de una tarde tranquila con tus peques.
Disponen de un miniparque con tobogán y balancines y además hay animalitos con los niños les alucinan, sobre todo los conejos y los pavos reales.
El servicio es bueno aunque hay momentos de estrés si el local se llena y van a saco, pero la chica fue muy amable a pesar de que le pedí en barra y venía de una mesa larguísima (en la que ya habían servido porque llegué tarde).
Hay aparcamiento fuera del local pero si está lleno es un poco rollo, acabamos dejándolo en una esquina mal aparcado, aunque tampoco pasó nada.

Desde que leí la primera reseña de este sitio le tenía ganas y no me defraudó, ni su producto ni su entorno. La horchata y los fartons caseros buenísimos así como los helados que probé. El hecho de estar en medio de la huerta y haber creado un espacio abierto y con una zona para los niños le da mucho atractivo, para los que vamos con hijos, sobrinos, nietos, claro está, si no la tranquilidad tienes que buscarla en las mesas más apartadas o en el interior. Y yo que soy muy de ciudad aplaudo esa pequeña granja con gallos, gallinas, pavos reales y conejos que me hipnotiza mirar casi tanto como a un león africano en los documentales del National Geographic.

Natural, como mejor describir este local. En medio de la huerta de Alboraia, puedes encontrar esta alquería.
Es una horchatería muy conocida en la zona, y cada vez sus asiduos son más. Porqué? Pues simplemente por que vale la pena ir a disfrutar de sus helados y granizados artesanales, sus cocas caseras, su repostería.
Necesitas más motivos? Pues aquí tienes unos cuantos: recinto cuidado, con terraza, zona de juegos para los pequeños, accesos adaptados a minusválidos, zona con animalitos (gallos, patos, pavos), huerto ecológico dónde puedes comprar tus frutas y verduras (precio asequible), parking para coches y bicicletas.
Los asiduos de la Vía Verda Xurra, lo frecuentamos ya que es nuestra parada para reponer fuerzas, después de hacer deporte. Y lo mejor es que tenemos entrada directa.
Bravo por ellos! Buen local, buenos productos y trato fabuloso.
Ojo! Los domingos por la tarde es casi imposible entrar, se llena hasta los topes.
No disponen de cocina, así que no vayas con intención de almorzar/​comer/​cenar.

Vidaaaa, me distee tu vidaaaa! Nótese el hilo musical idóneo para esta reseña tan peculiar.
La horchatería Vida, es un pequeño local que encontramos en medio de la típica huerta valenciana, en Alboraya.
Su acceso en bici es perfecto, pues a sus puertas se encuentra el carril bici de «la via verda xurra», aunque también cuenta con acceso para coches.
Dispone de parking para coches (aunque se encuentra bajo el mismo sol ardiente) y parking en el interior para bicis. Cosa que está muy bien para realizar una paradita antes de continuar el paseo.
En la entrada, podemos encontrar el horario de apertura, las hortalizas ecológicas que nos ofrecen (propias de sus huertos particulares) y acceso para minusválidos por un lateral.
Desde la entrada, observamos arbolitos que hacen sombra y que quedan superbonitos, banquitos, a la derecha un recinto vallado con animalitos (patos, pavos reales, palomas, gallos y gallinas, codornices, conejos.) y al fondo, una masía típica de la huerta valenciana, muy bien conservada.
El sitio rezuma paz, tranquilidad, serenidad… Me encanta!
Este local, nos ofrece muchísimos productos, desde refrescos, café, horchata, granizados, helados, rosquilletas, «coca en llanda» y «coca en llanda de horchata» hasta fartons o el increíble FARTOLADO (el nombre surgió en un ataque de inspiración máxima) jajaaja pero oye! que es un fartó artesanal con seis bolitas de helado!!! Y solo por 2’50 € (Esto hay que probarlo prontoo)
En definitiva, un lugar para disfrutar de su estancia, desconectar un poco de la rutina diaria y si tienes niñ@s, llevarlos a que disfruten de un dia en el campo (ah, se me olvidaba, tienen una zona recreativa para niñ@s entre 0 y 7 años). Nunca viene mal ponerse en contacto con la naturaleza y los más peques, disfrutarán viendo a esos animalillos desde bien cerca.
Un sitio al que creo que volveré muy pronto, las salidas en bici se hacen muy amenas si como colofón final te encuentras sitios tan bonitos y cuidados como este!
Chapeau Orxateria Vida!

Bueno, suelo ir por varios motivos,
El primero ideal para niños, en medio de la huerta, con carril bici se puede llegar… animalitos…
El segundo la materia prima, los fartons son artesanales y el servicio rápido y eficaz como debe ser.

Ubicado en una Alqueria, en la huerta de Alboraia.
Ideal para llegar en bici o patines, por el carril que hay para ello justo al lado de la horchatería. También tienen un pequeño parking, que los días de fiesta tiene la pega que se llena enseguida.
Muy buena calidad la horchata, sabor y textura. Precio muy bueno aunque se encuentre en un lugar tan idílico, porque las puestas de sol son preciosas, puedes pensar que te pegaran un sablazo pon vasito, pero no es así .
Si quieres también puedes hacer la cesta de la compra porque venden verduras que cultivan ellos mismos, en las parcelas próximas a la alqueria.

Este sitio es maravilloso, y como todo lo mágico, lo encontramos de casualidad. Andábamos en bicicleta por la vía verde (antiguas rutas ferroviarias convertidas en carriles para disfrutar del paisaje huertano a dos ruedas o a dos patas) y apareció cual oasis. Una pizarra en la verja anuncia sus productos con sus precios. Del frenazo casi salimos catapultadas hasta caer en esa suerte de granja aleatoria que tienen en la entrada (mirar pavos reales emboba).
Resultó que habíamos quedado unas horas más tarde para celebrar el cumpleaños de una amiga y no podíamos llegar a su casa con las manos vacías, así que se nos ocurrió que llevarle un capazo de esparto lleno de productos recién recogidos de la mismísima huerta le haría dar palmas con las papilas gustativas.
Nuestras sospechas se hicieron realidad y ella disfrutó tanto de las verduras y hortalizas que le ofrendamos, que sólo una semana más tarde volvimos para que, esta vez, el regalo fuese autorregalo. Y, madre mía, ¡qué alcachofas! Y qué patatas, y qué lechugas, y qué mujer tan maja la que atiende, ¡qué todo! Y, por supuesto, ¡qué precios! Cero intermediarios, cero proceso (de la mata a la cesta, y tú viéndolo) e infinito sabor.
Por si los pedazo de campos cultivados que enmarcan el edificio fuesen poco agradables de ver, tienen montada una terraza en la que te puedes sentar a contemplarlos mientras tomas un helado, una horchata (que al fin y al cabo es lo que le da nombre a la alquería) o una cerveza. Ahora que ha vuelto el buen tiempo y el viento entre los arrozales ya no corta tanto, no descarto desviarme casualmente por esos carriles cada vez que pase por la zona, a dos ruedas o a dos patas.

Un descubrimiento esta horchatería, la horchata tiene un sabor especial, nada dulzona y y tienen unos fartons caseros increibles. Está en medio de la huerta, tiene jardín infantil, aves de granja una gran terraza y zona interior,
También venden productos ecológicos de huerta que ellos mismos cultivan.
Un acierto y totalmente recomendable.

Lugar de obligada visita. Se puede llegar tanto en bici, ya que hay carril desde Valencia, como en coche. Nada más llegar te recibe un gran corral con conejos, patos, pavos y gallinas.
La horchata no he tenido ocasión de catarla, me la guardo para el verano. Lo que si he probado y repetido han sido los frutos del huerto que tiene la alquería por la parte de atrás. Alcachofas, romanesco, brócoli, escarola, patatas, lechuga romana o de roble y calabazas, lo bueno es que si se quedan sin producto en los cabasos el chico coge la corbella y en un momento te coge lo que necesites ¡esto si que es del huerto al mantel!
Lo dicho la alquería vida hay que vivirla y disfrutarla

Me encanta este sitio es súper agradable para pasar allí un ratito bien con familia y peques bien con amigos… La horchata esta de muerteee. También puedes ir en bici para ganarte la merendóla!!!

Es una Orxateria y gelateria novedosa y agradable, pues al costado encuentras una huerta típica valenciana y lo mejor puedes comprar los productos frescos, recién recogidos! a eso le sumas un local limpio y muy bien dispuesto, en el que el buen gusto reina, si quieres disfrutar de la terraza, hay un lugar dispuesto para ello, rodeado de árboles frutales y un pequeño galpón con gallinas y pavos. En si, es una orxateria y es lo que principalmente fuimos a buscar, una buena orxata acompañada de sus fartons, calentitos y frescos. Sin duda regresaremos!

La típica alqueria, en medio de la huerta de Alboraya, donde tomar una horchata con fartons o cualquier otro tipo de dulce de la zona.
También puedes comprar verduras recién recogidas de la huerta que hay alrededor.
Hay zona de juegos para niños, árboles, un espacio vallado con pavos reales y otros animales, aparcamiento para bicis dentro del local.
Te puedes sentar fuera en un agradable terraza, o si hace frío dentro del local.
Puedes venir hasta aquí caminando, en bici o si no quieres hacer ejercicio o te vas a ir cargado en coche.