Hoy estaba buscando un lugar donde usar wifi para hablar con mi novio por Skype. Estaba en la zona del Mercado Norte, porque estoy obsesionada un poco, y al frente vi un café que me parecía nuevo. Se llama Ricota Bar y no es solamente un café. También vende comida por kilo. La verdad es que ni siquiera estaba pensando en tomar un café, solamente necesitaba wifi. Pregunté si había wifi antes de entrar, y me dijo una moza que sí. Encontré una mesa con un enchufe al lado y me instalé ahí, pero después cambié de mesa porque estaba al lado de una ventana abierta. Para comprar algo no más, pedí un café con leche y dos medialunas. Ricota no tiene una carta, o por lo menos para cosas de cafetería. Es un espacio amplio con veinte mesas por lo menos, y un televisor. Mi café con leche con dos medialunas me salió $ 28, que para mí es barato comparado con otros lugares. La atención es muy buena, aunque parece que hay una sola moza y un barman. Me trajo mi café dentro de diez minutos y la cuenta media hora después. Básicamente mi única queja es que, aunque me dio la contraseña del wifi, el wifi no anda. No sé por qué, y la razón que fui a Ricota Bar fue para usar internet, así que hay que destacar eso. Capaz debería haber dicho algo, pero ya faltaba poco para que mi amigo llegara a casa y podía usar su internet.