Baranoa Café

Baranoa es la experiencia perfecta de cafetín urbano. Está en la esquina más histórica del centro de Córdoba (Colón y Gral. Paz). Lo ideal es sentarse en la barra y pedir un cafecito. Está lleno de hombres (grandes) que en el medio de su laburo se sientan a cortar un poco la mañana. Además hacen menúes al mediodía y algunas cosas frescas como licuados. Las oficinas y negocios que están cerca pueden pedir y se lo alcanzan.
No busques glamour ni nada por el estilo, igual me encanta.

Situado en la esquina más céntrica del centro de Córdoba, Baranoa es –junto a Sorocabana– uno de los cafés más tradicionales de la ciudad, que posee una clientela con más de cincuenta años de asistencia al lugar. La última vez que cambió de dueños fue en 1999, aunque se conserva el espíritu tradicional y familiar (está manejado por una empresa familiar sin empleados).
Consta de dos barras: una al medio, que rodea la caja y las máquinas de café express y otra que rodea los ventanales, mirando hacia afuera. Es un café ideal para ir a ver un partido o pasar la noche leyendo el diario, viendo una película o combatiendo el insomnio. Las historias que se pueden escuchar en Baranoa son lo más esencial del espíritu colectivo que se denomina «lo cordobés».
El baño está ubicado en un sótano, ya que el lugar no es de grandes dimensiones. La iluminación es algo fuerte, además de que a cierta hora es el único lugar ilumninado de las cuatro esquinas que se unen en ese cruce de calle. Este bar ha sido testigo de cuanta manifestación o revuelta haya habido en Córdoba, ya que todas las movilizaciones y marchas parten de la misma esquina. Está enfrentado a un quiosco de diarios y revistas, que es casi tan antiguo como el mismo bar. Los precios son tranqui y el café es excelente. No hay mucha variedad de comida, eso sí.