La atención de este lugar es de cuarta!!! La verdad que es raro que un lugar me disguste por su atención, pero este la verdad que se excedió. Llegamos, ni hola dijo alguien, nos sentamos donde vimos que estaba libre, se acercó un mozo bastante entrado en edad, y ojo que para mi los hombres mayores son los mejores haciendo este trabajo, de muy mala gana nos dejo la carta y se fue. Luego nos tomó el pedido cuando lo llamamos. Tardó más de lo común, uno está acostumbrado a esperar no más de 20 minutos por una comida, pero esperar 40 ya es algo pasado. Lo peor fue que durante esos 40 minutos teníamos una nena correteando por todo el local(amo los niños) y cada tanto se avalanchaba contra nuestra mesa, que era una onda mesa de los argentos que temblaba como si sufriera de parkinson. Al llegar la comida, trajeron 3 de los 4 platos, yo lo primero que pensé «bueno no le da las manos para traer todo junto», y tuvimos que esperar casi 10 minutos más para el otro plato!!! Vinimos a comer los cuatro juntos, si no la próxima venimos 3 y que al rato caiga el cuarto! Imaginaran mi humor a esa altura de la noche. Lo unico bueno fue que al probar la comida, mi puntuación Unilocaleana aumento de 1 estrella a 2 estrellas. Pero sinceramente, si tan solo mejorarán la atención sería para 4 estrellas. Las pizzas son EXCELENTES, y los lomos muy sabrosos. La comida mexicana, puaj, de mexico no tiene NADA! Para aclarar, la nena revoltosa era hija de una empleada… sin palabras
Sebastián M.
Classificação do local: 3 Córdoba, Argentina
Esta segunda sucursal de Picapedro, pegada al Parque Sarmiento, agrega a su carta la opción de «comida mexicana» Si bien la comida mexicana no es más que una interpretación, no hace falta aclararlo porque en muy pocos lugares de Córdoba se vende otra cosa por mexicana que las típicas fajitas con alguna salsa medianamente picante y un intento de guacamole, nachos de bolsa con queso derretido y no mucho más. De todas formas, quizás por estar tan cerca del parque y con la posibilidad de respirar aire puro, estar tranquilo en alguna mesita a la calle tomando una cerveza en una zona poco transitada por peatones, le da un cierto pequeño encanto, que no tiene la otra sucursal. La atención es buena, porque el lugar generalmente no tiene muchas mesas ocupadas, y aun cuando sí, los mozos son amables y atentos, la cerveza siempre está bien fría y la comida, aunque no sobresale para nada, suele salir rápido y en porciones grandes. No recomiendo la pizza, una media masa para el olvido, pero los lomitos están bien, con muchas papas y bastante grandes. Las fajitas cumplen con los requisitos protocolares y son bastante generosas, el punto en contra es que, casi seguramente, te vas a enchastrar toda la ropa si tenés problemitas de psicomotricidad fina como yo. Hay un estacionamiento bastante grande a poquitos metros del local, que sinceramente no sé a quién pertenece pero se puede usar sin dramas y siempre hay lugar.