Il Caffetino Espresso

Conocí este lugar en pleno invierno, un día en el que corría de Rapipago en Rapipago, luchando entre el frio y el paso del tiempo. Me llamaba la atención el lugar y pensé que podía comprarme un café al paso para poder llevar mejor la mañana de trámites. Apenas entré pensaba que iba a consumir un café de máquina, con suerte pasable. Demás está decir que quede muy sorprendida cuando vi la variedad de la «carta» y que también había snacks para acompañar las bebidas. Ese día opte por llevar un Latte Macchiatto que resulto ser riquísimo, a una temperatura ideal y después de ser atendida diez puntos me propuse volver a probar esas exquisiteces. Por supuesto que lo hice y me animo a decir que los frapuccinos son igual o más ricos que los de la conocida marca extranjera y la comida es simplemente riquísima. Con respecto a los precios, son aceptables y justificados. El detalle? Cada vez que vas te marcan una planillita con un sticker, y una vez que la completes, te llevas una bebida fría o caliente gratis. Súper recomendado.

Il Cafettino Espresso es más que un café, es un lugar particularmente creado para los estudiantes, así es, porque al ser tan sereno, al tener tanta paz, hace que sea un lugar perfecto para sentarse a estudiar o repasar. No solo eso, también cuenta con servicio de Wifi y para completarla te dejan conectar tu notebook a la corriente, para esas ratas que no quieren gastar la batería. Il Caffettino Espresso tiene un objetivo bastante claro, tratar de mimar a todos sus clientes, desde la atención hasta la ambientación es excelente, como así también lo son cada producto que nos ofrecen. La atención es de lo mejor, si no somos clientes habitués del lugar y no sabemos que tal son los productos que nos ofrecen, ellos no tienen drama en explicarnos la diferencia entre cada uno, se toman el tiempo para que te convenzas de que es lo que queres. Una vez que realizaste tu pedido no demora casi nada en salir y el personal siempre con una sonrisa en el rostro, la verdad que te hacen sentir súper cómodo. En cuanto a precios, bastante accesibles, a veces tienen descuentos y algo que para mí es muy importante, es que este lugar a adoptado la nueva moda del café pendiente, para aquellas personas que no pueden pagárselo, vos podes dejar un café pago y luego esa persona viene y se lo puede tomar tranquilo, me parece excelente esta modalidad, si no nos ayudamos entre nosotros, aunque sea en estas pequeñeces, el mundo se viene abajo. En fin, un lugar recomendado al 100%

Mi prima me llevó a conocer este bar un día que estábamos por el centro y teníamos que hacer tiempo hasta que abriera un negocio. Al principio entré reacia y pensé, «le quiere copiar a Starbucks» jaja pero la realidad es que este local tiene un encanto único.
Es muy acogedor, chiquitito, pero con una buena distribución de las mesas. Tenés libros a los costados en las paredes que podés chusmear, una buena iluminación y es muy tranquilo, lo cual te permite relajarte. En el fondo ví dos chicas estudiando y despúes me contaron que al ser silencioso, hay chicos que se juntan a repasar o estudiar algo.
Las tacitas donde te dan el café son de lo más cute, muy bonitas y dulces, bien para nenas. También tenés tazas de cerámica pero no sé en que ocasión de darán esas, calculo que mas para tés u otro tipo de bebidas.
La atención es muy buena, la chica de la caja muy cordial y sugiriéndote o explicándome en mi caso que particularidad tenía cada café. No esperás casi nada tu pedido y la realidad es que el producto que te entregan es muy bueno, se nota que de calidad.
Lo que más me gustó de esta cafetería es que tenía «Café Pendiente», que es cuando dejás un café pagado para alguien en situación de calle que no tiene los recursos para costearlo. Aparte de todo el ambiente, el café y demás, estas son las cosas que me enamoran de un lugar.

Il Caffetino es mi lugar predilecto del centro para hacer tiempo, estudiar, almorzar o simplemente pasar un buen rato. Los precios son acordes –un late chico a 14 pesos, un combo de bebida gaseosa, sándwich y papitas de copetín a 40 pesos– y la atención es excelente.
El lugar suele estar lleno con estudiantes que van allí para estudiar, por lo que el ambiente es tranquilo. Muchos de ellos se convierten en «clientes de siempre» y aprovechan la tarjeta en la que te marcan cada vez que comprás un café y al décimo te lo dan gratis.
Il Caffetino cuenta con wifi de Fibertel Zone, que funciona perfecto, y enchufes para cargadores. Si tenés ganas de algo menos digital mientras comés, siempre tienen el diario del día y revistas como Hola o la Cosmo.
El bar te envuelve lo que no terminaste de comer para que te lo lleves –y piques más tarde-​. Además, se puede comprar para llevar, tanto el café como la comida.
El bar agregó un patio en la parte posterior del local, ideal para los fumadores que quieren disfrutar de los productos y la atención de Il Caffetino pero no pueden largar el vicio.

La primera vez que vine a Córdoba, me fui a estudiar ahí, ya que me comentaron que permitirán usar la notebook y tenía una buena conexión a Internet. Y fue así. No me defraudaron. Lo que se olvidaron de comentarme es que logra la combinación ideal: tienen una gran variedad de riquísimos cafés (aunque soy fan del latte), desde que entras podes percibir la buena onda que después se convierte en excelente atención y rapidez, una gran ambientación, y la incotizable tranquilidad que el lugar te brinda si necesitas concentrarte.
Amo las tazas con las que te sirven, algunas personalizadas con tu nombre, además de los vasos de café para llevar que tienen la leyenda «All You Need Love», entre otras, que se convirtieron en un clásico.
Lo único que veo desfavorable, es el tamaño del local, que es pequeño, aunque la distribución lo hace pasar un poco más desapercibido.
Si tienen ganas de ir a un lugar distendido para trabajar o relajarse, este es su lugar en el mundo.