Dadá Mini Tienda bar

Buenísima la atención, los tragos, la decoración. Uno de mis bares favoritos, muy recomendado

Dada mini siempre fue hermoso desde el inicio de los tiempos y sigue siéndolo. Es bello de día y de noche, para merendar o picar algo, para tomar jugos o tragos. Lucesitas de colores, ondon, artisteo y calefacción para no dejar de disfrutar del aire libre nunca.
Un merienda potente con una taza de café con leche como de 3 litros, un pan caserito ri-​ca-​so para vos solito, manteca, mermelada y dulce de leche. Muy bien de precio.
Si optan por los jugos son muy buenosss, y la tabla de fiabres es genial también. Y los tragos de autor rerecomendados.
Solo queda disfrutar.

Siempre me fui conforme de dadá.
Los precios son bastante económicos, la comida es riquísima, tienen cervezas de litro, el lugar es muy lindo y Jonas es el bartender mas bombón de todos, siempre está atento de cada detalle .
(afuera hay calefacción para los días fresquitos como los de ahora)

El lugar es hermoso, la comida rica y abundante. Las pizzas, lo mejor.
Los fines de semana cuesta encontrar lugar porque explota. Hay calefacción en todo el patio, asi que no pasás frío.
Reciben tarjeta.

Actualizo reseña y le resto una estrella a dadá, por várias razones.
Fuimos ayer a comer algo a las 19hs. Nos acercaron la carta, y cuando pedimos, algunas cosas no estaban disponibles porque abren la cocina a las 20hs. A las 19hs sólo se pueden pedir meriendas y dos tipos de sándwich. Seria genial que tengan una carta de meriendas entonces, así no ofrecen cosas que no tienen al vicio.
Igualmente eso es lo de menos. Lo que realmente molesta es la mala atención. No solamente demoraron mil horas en traer un par de cafés con tostadas, si no que ninguna de las tres mozas que nos atendieron nos trató bien. Te ignoran, les pedís algo y no te contestan. A una le pedimos la cuenta y nos dejó el papel y se fue. Sin decir nada. Qué onda?! Jamás me habían atendido así, y mucho menos teniendo en cuenta que le pusimos toda la onda y no nos quejamos por nada.

El ambiente es hermoso y la comida está buena. Ponen a pocos mozos, pero estos les ponen onda.
Algunas mesas pueden ser un toque incómodas y, a veces se les va la mano con los precios.
Actualización: el servicio es cada vez peor. Tienen la mitad de las cosas y la cocina abre tarde.

Se trata de un lugar bastante simple. La atención, también. Es un lugar más bien distendido, que invita a sentarse, tomar algo y charlar. La decoración es particular, simple.
Quizás si es la primera ves que visitás Guemes o la zona, no vayas a Dadá. No es mala opción, pero hay otras mejores para empezar.
Mi opinión es que no es sobresaliente.
Por otra parte las bebidas que tienen sí son ricas, variadas, originales. El precio, regular. Ni muy caro ni muy barato.
Tampoco la atención es sobresaliente. Sí son copados los chicos y te atienden bien.
Las sillas y mesas quizás dejan que desear… son un poco incómodas y mi experiencia con el tema mascotas no es la mejor.
Charlando con un amigo se subió un perro en un sillón al lado a dar vueltas, sin mucho control por parte de los chicos del lugar.
Sí lo recomiendo, sí está bueno, pero faltaría un poco más de onda para que desde la entrada y hasta la barra, sea más atractivo.
La iluminación debería ser mayor y los baños deberían tener más frecuencia en la limpieza.

El viernes fue mi primera vez… que fui a Dadá (pedazo de malpensados) y las reseñas le hacen honor al lugar.
Este patiecito mágico es completamente pintoresco y está rodeado de locales comerciales. Pero hay varias mesas y sillas para sentarse. Como bien se ha comentado anteriormente, durante las noches se llena bastante así que hay que ir con tiempo y, de última, con paciencia.
Por el momento solo pude degustar una cerveza (Imperial que estaba bien helada), pero quiero volver para probar algo del menú y, de paso, brindar una reseña más exhaustiva (porque ese día estuve un rato nada más). To be continued…

Dadá es el bar emblema de Güemes. Antes que la zona se convirtiera en el polo gastronómico/​coctelero que es hoy, Dadá ya era marca registrada. Cargado de una onda muy particular, es un bar que tiene un aura muy marcada y que garantiza que rara vez tengas una mala experiencia. El nombre no es en vano, la estética lúdica e infantil se derrama desde los colores de las mesas, hasta las sillas, pasando por la carta y los mensajes que encontrás en el baño (mixto, nenes y nenas hacemos en el mismo lugar).
El bar está al fondo de la galería San Plácido y ocupa con sillas y mesas todo su espacio al aire libre. Además, hay una sala cerrada, que es el interior propiamente dicho del bar y donde podés refugiarte en caso de inclemencias. Igualmente, salvo que llueva, podés pasarla bomba en el patio porque tienen un sistema de calefacción que se banca cualquier frío.
Dadá tiene una carta de gastronomía acotada, cosa que no está mal porque no está pensado como un lugar para ir a comer, sino para pasar el rato con amigos. Así que vas a encontrar pizzas, tablas, sandwiches y minutas por el estilo para compartir. La carta de cocteles es muy interesante y completa y, por lo general, están muy bien preparados.
Además, el bar suele presentar ciclos de distinto tenor: dj’s, charlas, sesiones unplugged y demás, que son muy interesantes y que suelen armar un combo muy interesante.
Ideal para pasar el rato con amigos, ideal para el after office, ideal para cualquier circunstancia. Dadá es un lugar que no falla nunca. La experiencia es definitivamente un MUST de la ciudad.

Dadá Mini lo conocí de la mano de unos amigos hace años y nunca me decepcionó. Es un bellísimo lugar para pasar una linda velada con amigos, sobre todo en verano que podés aprovechar de la bellísima decoración que posee ese mágico patio. La atención es normal y las cartas muy divertidas y creativas. Las pizzas son ricas (algunas más que otras) y la picada también. Lo mejor es esa cerveza helada que te traen acompañada de un sabroso maní. Los precios muy parecidos a la norma en Guemes. A veces tocan Djs que le dan un toque especial al encuentro.
¡Se los recomiendo!

Lindo bar para toda ocasión, con mucha onda y una linda carta de comidas y bebidas. Tiene su onda particular. Esta bueno para una juntada grupal o para venir a con tu otra mitad (?)
Tienen su demora, pero bueno siempre esta lleno. Y la galería esta buena tanto para verano como para invierno ya que es calefaccionada

Fue amor a primera vista, al entrar a dada te encontras con una galeria muy pintoresca.
Un paseo corto hasta llegar a dada, mis ojos quedaron fascinados.
La pizza rica y el show de la rivera fue la frutilla del postre.
Con las estrellas de exportadoras dada te invita a enamorarte.

Que decir del Dada que ya no se haya dicho! Creo que desde hace como 3 – 4 años soy un asiduo a este lugar, Antes para merendar los domingos, ahora para tomarme un riquisimo Gin Tonic con pepino cualquier dia de la semana a cualquier hora.
Tiene una carta amplia y variada, que te brinda muchisimas opciones a la hora de sentarte a consumir alli, desde sea comida hasta alcohol.
La atencion de los chicos es excelente, la musica del lugar un 10, la calidad de las bebidas utilizadas es de otro planeta y la comida se nota que es bien fresca, nada, un «EXCELENTE FELICITADO» Diria mi maestra de 1er grado.
El unico problema que tiene, es que al ser un espacio tan acotado el que tiene y una altisima concurrencia, si fuiste medio tarde, FORGET IT, perdiste como un champion, vas a tener que esperar mesa SI o SI.

A ver, no está mal, es prácticamente un patio precioso (tiene mesas adentro pero son poquitas y quién querría estar adentro cuando el patio es una maravilla) en el que se puede merendar, cenar o tomar una (s) cerveza (s).
Capaz es porque estoy vieja, pero como que es demasiado «así nomás» para mi gusto. Así nomás la atención (te puede tocar piola y buena, piola y desastre, cero onda y normal, es una lotería), así nomás el local (muchos de los asientos y mesas son incomodísimos, los baños son ínfimos y no tienen traba, lo cual es bastante más inconveniente ya que son mixtos), así nomás los tragos (a veces ricos, a veces mas o menos).
Hay cosas ricas en la carta y la merienda solía ser una magia, ahora hace mucho que no la pido.
En definitiva, no está mal, pero tampoco termina de estar bien.
No sé por qué usé tantos paréntesis.

Esto ha sido amor a primera vista!!!
Me lo recomendaron por su buena onda, su música, su decoración, su comida… Un espacio así en Sevilla y triunfaría como Los Chichos!
El local consta de un patio con tiendas principalmente artesanales, donde hay mesas para poder sentarse y disfrutar de una velada. El interior es igualmente maravilloso, su decoración es increíble.
La carta es igual de extensa en bebidas como en comida. Cervezas, cócteles, copas… no falta de nada. En cuanto a la comida, pizzas TREMENDAS, entrantes, comida mexicana, sandwiches… todo muy rico. Por supuesto, hay opciones vegetarianas.
El diseño del espacio es lo que marca el punto del enamoramiento total: lucecitas de colores, grafitis, mesitas y sillas dispares, con puertas en madera.
Desde el momento en el que entras en ese callejon, y te encuentras todo ésto, no vas a querer salir a la calle en un buen rato!

Hay que dejar de sacralizar bares porque se acostumbran.
Dadá es genial, su ambientación, las lucecitas, los azulejos, las sillas chic e incomodísimas, las tiendas de la galería, la excelente onda de los runners, los baños unisex, etc. Todo eso y más.
¿A quién se le ocurriría escribir una reseña de Dadá Mini a finales de 2015 después de haber pasado infinita cantidad de tardes y noches ahí? ¿Por qué cuestionar su capital simbólico tan sólido? Bueno, quizás sea para abonar el mito y que no se torne un simple recuerdo sino una realidad:
— La gastronomía no pasa de regular y la carta es fija desde que Dadá es Dadá ¿Realmente no creen que merece un par de platos de autor? ¿De pura inspiración improvisada en el día por el chef? Vamos, abastezcan de especias exóticas, frutos tropicales y jueguen con la creatividad aunque sea un día del fin de semana.
— Sus tragos: «bien, gracias». Una vez pedí u Tom Collins y no estaba a la altura del clásico así que mi sugerencia es repetir la magnífica jengibrada cada vez que voy.
Sí, ya sabemos: nadie va a un bar porque su comida sea magnífica, vamos porque se consagra en las apuestas de agentes cotidianamente que lo convierten en «un clásico». Son las bases sociales del gusto y las estrategias de distinción (pero dale una vuelta de tuerca, por esa misma razón).

Me encanta ir a Dada a pasar un buen rato con amigos, sobre todo para merendar, tienen un «tazón colombiano» que trae café con leche y cosas deliciosas sar pa do. También esta bueno para ir a la noche tomar cervezas o fernet y comer algo, la comida del lugar es riquísima. El ambiente también es muy copado, tiene buena música y a veces tocan bandas en vivo.
Si van a ir de a muchos recomiendo llamar y reservar mesas porque tiene pocas y se llena.
Lo único flojo es que los mozos si bien son super piolas se cuelgan mucho y por ahí tardan en atenderte o se olvidan que les pediste algo.

Me habian recomendado muchas veces este lugar pero siempre que intentaba entrar estaba llenisimo. Hace poco tuve la oportunidad de ir y probar un poco lo que ofrecen. Fuimos con amigas a merendar casi a la hora de la cena jaja.
Pedí una limonada frozzen que estaba BUENISIMA. Me encantó. Justo hacía mucho calor así que estaba ideal para eso.
El único problema que tuvimos es que nos queríamos ir y la moza tardaba mucho en traer la cuenta. Había bastante gente y pocas mozas.
El precio estaba bien, no muy diferente de otros bares de Güemes.
Voy a volver para probar otras cosas!

Qué difícil hablar de Dadá!
Lo HAMO y lo ODIO tanto al mismo tiempo. Déjenme explicarles.
Es una propuesta original, la decoración es hermosa, la ubicación increíble. La cocina es deliciosa, nada que ver a «comida de bar», y no actúa como acompañante de la bebida sino que es una combinación celestial. Sobre todo las pizzas! Yum! Hay jarras de vermuth y tragos, limonadas deliciosas, y venden cerveza Imperial (que me encanta).
Ahora, qué incómodas que son las sillas por el amor de todo lo que es sagrado :(No puedo estar más de una hora porque ya me siento morir. Apenas me ubico es muy probable que me caiga un par de veces, no están pensadas para gente ENORME como yo que encima tiene la motricidad de un elefante encogido. Horrible. Encima hay mil esas todas juntitas, te enteras de lo que le pasa al de al lado y la chica dos mesas más allá ya sabe qué día te viene. Un bajón.
Voy a volver una y mil veces, porque encima arman unos eventos copados y es EL lugar para llevar a amigos de afuera. Pero por dios inviertan en sillas como la gente.

Amamos Dadá desde que nació como revista y muto en un bar precioso, lleno de colores, con una mezcla de estilos, y donde podemos escuchar tocar a nuestros musicos preferidos mientras tomamos y comemos algo rico.
Siempre hay ciclos de musica, charlas, y cosas asi que estan geniales.
El tazon colombiano es la gloria a la hora de la merienda y sigue siendo el bar mas relajado para ir cualquier dia a pasarla bien con amigo.
Una vez festeje mi cumple ahi y me regalaron tantos tragos que probablemente no me acuerde como sali del bar :)

Guemes is a fun, quirky neighborhood in Cordoba, and DADA mini is a perfect little example of what the area has to offer: design boutiques with cute clothes and gifts, low-​key bars, and a young hipsterish crowd.
I didn’t really get the «paseo» or «galeria» concept until I saw it in real life, but they’re like a small strip mall, usually including several separate stores and a main bar or restaurant, all facing onto a long, narrow inner courtyard. DADA mini has this structure — so there are a row of little shops on the left, a bar at the back, and courtyard bar seating in the central space. The shops tend to close up earlier, maybe 8 or 9 pm, just as the bars and restaurants get going.
The shops are small enough for just a couple of customers at one time, or you can stand outside and window-​shop. There was a fun store with Mexican folk art and clothing, a gift shop with art prints, and other design-​y boutiques.
There’s a bar with indoor seating at the very back, and even if you don’t want to sit there, you should poke your head in and check it out, because the décor is cool: lots of colorful lights, art, and interesting furniture. Otherwise, just sit down at one of the courtyard tables and a server will come to you. They have a good selection of cocktails, including the omnipresent Fernet and Coke, but I loved my Aperol Spritz (Aperol, sparkling wine, and orange bitters). They also have snacks, bar food (hot dogs, pizza, etc.), coffee, and dessert. Some people were getting a giant shareable fishbowl-​sized cocktail, which looked boozy and awesome!
Service was friendly, if a bit slow; our two drinks seemed to take a fairly long time to come. Our server didn’t speak English but was patient with our bad Spanish. By 9 pm, the place had filled up and it made for excellent people-​watching, but don’t forget to check out the cool murals painted on the side wall opposite the stores, too.
A cool, friendly place to enjoy a drink and soak up Guemes’ hip atmosphere while you make leisurely dinner plans for the evening!