Calentitos los Churros

Este es el carrito de churros habitué de la esquina Sur-​oeste (cualquiera, tengo menos orientación que nadie respecto de los puntos cardinales) de la Plaza Alberdi.
Se podrían escribir tesis antropológicas sobre el churro, su incidencia y representación en la cultura pop, no solo latinoamericana sino del mundo todo. Por otro lado también se podría decir que es la pesadilla de cualquier bromatólogo, un carro sin medida alguna de seguridad ni higiene, con un churrero en mangas de camisa, sin guantes, cofia y probablemente sin pantalones abajo del delantal.
De todas formas bien dicen que el fuego mata todo y, por propiedad asociativa supongo que el aceite hirviendo también, así que teóricamente no habría de lo que preocuparse y de nada se preocupa la gente que hace cola en el Calentitos Los Churros para llevarse su docena, comunes o rellenos con dulce de leche, bien calentitos y azucarados (nunca olvidar sacudir el paquete para que el azucar no se vaya al fondo)
Si no hay mucha gente podés dejar el auto imprudentemente estacionado casi en el medio de la calle y pedirle al paso al churrero lo que quieras, sino, podés hacer 10 metros más como una persona normal y estacionar en la plaza a 45º