Centro Veterinario Paunero

Tuvimos 2 experiencias negativas en veterinaria Paunero en la calle French y el nuevo que abrió en la calle Agüero y Juncal. En primer lugar tuvimos un gato con cancer el cual operaron y nos aconsejaron fuertemente que haga quimio. El gato sufrío muchisimo en esas sesiones, para que luego me digan de la misma veterinaria que eso no servía de nada ya que el tumor volvería siempre y no habría mas remedio que sacrificarlo. Por otro lado tuvimos un perro que estaba muy viejo y en sus últimos días y los de la veterinaria no quisieron darle calmantes para apaciguar el dolor, además de diagnosticarlo incorrectamente. En fin, considero que hubo falta de empatía por parte de la veterinaria Paunero, diagnosticando erroneamente y buscando realizar tratamientos costosos que al fin y al cabo ellos sabían que no iban a resultar.

Un centro veterinario de excelencia sin duda alguna. Con mi mujer, llevamos a nuestro pequeño caniche a Paunero desde siempre y la verdad es que nos han atendido de maravillas en cada ocasión.
El profesionalismo está asegurado en Paunero y además cuenta con la ventaja de ser una guardia médica por lo que ante cualquier emergencia siempre se encuentran abiertos con un gran staff médico para solucionar los problemas que las mascotas puedan tener.
El lugar es muy amplio y los consultorios individuales son limpios y están muy bien equipados. Hay poco de lo que quejarse en Paunero, siendo lo más molesto la cantidad de horas que a veces uno puede estar esperando para una revisión, ya sea de rutina o de urgencia. Hay un cierto desorden en la organización, pero este se atribuye más que nada a la imprevisibilidad respecto a los diversos pacientes que van llegando.
En el piso de arriba hay una clínica donde se realizan las operación y las internaciones. También hay venta de artículos, medicamentos y comida en el mismo lugar, algo que siempre se agradece pues suele salvar a cualquiera de una urgencia.
Otra de las desventajas es que el cartel «Sólo en efectivo» sigue pegado en la recepción, algo que en este momento no debería existir en ningún lugar que pretenda funcionar a gran escala como este. Por lo demás, es el lugar donde nuestro perro se atiende de ser necesario, por lo que la confianza es extrema y la recomendación de mi parte es absoluta.

Este lugar es excelente, excelente! Vine porque a mí gato Benitez se le había quedado una pata coja, y caí el domingo, sin previo aviso a la guardia.
Es un hospital de animales, realmente. Imaginate toda una escena de un hospital común y corriente pero con perros y gatos. Gente esperando el horario de visita permitido para los internados, gente con turno, una guardia de 24 hs para emergencias (y hay de todo tipo de emergencias, desde la pata chueca de mi gato hasta un perro que se tragó un juguete) y veterinarios corriendo por los pasillos tipo ER Emergencias. Increíble!
La gente en la sala de espera charla y comenta los problemas como si de un familiar se tratara.
Tuve que esperar como una hora, había muchísima gente esperando, pero otras veces que vine de noche no había ni el loro (creo que no atienden loros de todas formas). El veterinario exhausto pero entero le metió mucho humor y buena onda, me dejó tranquila y prometió comunicarse para saber cómo evolucionaba Benitez. Me fui chocha pero con la silla de la sala de espera pegada.
Los precios duelen un poco, pero dónde encontras atención de primera y a cualquier hora?
Lo único que me duele es que sólo sea en efectivo, eso les resta una estrellita.
Venden además alimento, algunos accesorios y caniles, y por su puesto medicación.

No me quiero olvidar de esta reseña porque se merecen las 5 estrellas.
Caímos hace un rato, con Rachel –mi pequeño can– que estaba estornudando sin parar y no dejaba de poner cara rara (como que se le había torcido) nos asustamos y me la lleve a la clínica. Como ya conté en alguna otra review, como el veterinario de cabecera y especialista en la raza de Rache trabaja en San Martín y nosotros en Palermo, estas urgencias solemos ir al lugar más cercano.
Llegamos y esperamos 15 minutos. El lugar es súper limpio, ordenado. Tienen de todo: comida, juguetes, remedios. Súper completo.
Nos atendió la veterinaria de turno, que limpio la mesada de nuevo adelante mío y reviso a Rachel, mientras yo le contaba que había pasado. El diagnóstico fue que se le trabo una miga en la encía y como no se la podía sacar hacia esa cara.
En fin, cuando fui a pagar me avisan que no era nada asique no nos cobraban la consulta. Me pareció genial la honestidad de la médica!
Súper recomendado para tener como lugar de urgencia.

Este centro veterinario estaba antes enfrente del parque Las Heras. Hace pocos meses que se mudó muy cerca de casa. Lo mejor: está abierto las 24 horas. Así que podés estar tranquila de que acá van a saber darte una respuesta en cualquier momento del día a cualquier cosa que le pase a tu mascota.
Llegás con tu animalito y te anunciás en la recepción como harías en cualquier guardia a la que vas vos por un dolor de panza. Al rato te llaman y hacen pasar a los consultorios. La veterinaria que atendió a mi gato fue muy amable. Se notaba que tenía un don con los animales porque enseguida lo tranquilizó. Hasta aprovechó para cortarle las uñas y todo.
Ahí mismo te hacen las placas y análisis de sangre si lo necesitás. Es más, hasta podés dejar a tu mascota pasando la noche ahí mismo.
Además venden todo lo que cualquier veterinaria: comida, juguetes, vacunas.

Moreh, mi felino atigrado no tuvo mejor idea que treparse a la heladera para comerse mis plantas y caer de espaldas en el intento. El pobre quedo dolorido y rengueando. Ley de Murphy: esto paso a las 9pm y mi veterinario de cabecera estaba de vacaciones. Llamo a un amigo y me dice que la veterinaria Paunero se había mudado hace poco y que la nueva quedaba cerca de casa. SALVADA.
Fuimos en taxi hasta La Trinidad para cuatropatunos. Realmente el lugar esta mejor puesto que una clínica de humanos y cuando llegas ahí sentís que estas en un hospital. La veterinaria que nos atendió fue muy práctica y piola, para no hacerme gastar lo que sale una placa en horario de guardia le dio analgésicos y antiinflamatorios al felino y me dijo que si a los dos días no mejoraba que volviera pero q no valíà la pena sacar una placa ya.
Así fue! Al día siguiente Moreh estaba de nuevo trepándose a todos los muebles normalmente y yo me ahorre una placa y un análisis de sangre. Así que como clínica más que recomendada.
Aparté en el lugar podes conseguir antiparasitarios, vacunas, alimentos y algunos juguetes. Cómodo para comprar si ya estas ahí!

¡Fin de semana largo y me había olvidado de comprar alimento para mi gata! Me sentí la peor «madre» del mundo. Así que enseguida salí a ver si encontraba alguna veterinaria/​tienda de mascotas abiertas. Pasé por tres y nada. Desesperación. Hasta que recordé una cerca de Plaza Las Heras, que había visto previamente abierta en algún horario estrambótico.
Cuando llegué vi que se había mudado y dejaban por escrito su nueva dirección. Respiré aliviada cuando vi un cartelito que decía «24 hs».
Y así llegué a su nueva sede, que no sólo es una tienda de mascotas, no sólo es una veterinaria: es un centro veterinario con guardia que abre todos los días las 24 hs. Un verdadero hallazgo. Yo fui sólo por la comida de mi gata, pero el lugar se veía muy completo y profesional, de hecho parecía una guardia de humanos. Llegaban personas con sus mascotas, se anunciaban en recepción frente a dos chicas muy amables y se sentaban en la sala de espera hasta que las llamen.
El alimento se vendía cerrado en bolsita y por eso me terminó costando exactamente el doble de lo que lo suelo pagar. Pero, dadas las condiciones, el precio estuvo más que bien.