Conozco esta carnicería desde que yo era un niño porque mi mamá me mandaba a comprar la carne aquí. Era yo quien le iba a comprar la carne que me pedía para una pequeña fonda que teníamos en ese entonces. La carnicería siempre luce limpia y con bonita decoración, en el mostrador siempre tenían perejil como base y aserrín regado en el piso, aún no sé para qué es todo eso. Lo que sí sé es que la carne que siguen vendiendo es de la mejor calidad. Saben hacer unos cortes de primera no importa qué tipo de corte quieras, en caso de que quieras para azar o cosas por el estilo. Tienen a la venta carne de res y de puerco siempre presentable y a buenos precios. Una de las cosas que más me gusta es que venden padecería de carne y usos para perros y hasta eso está con buenos cortes. La segunda cosa que más me gusta es que en la temporada navideña preparan platillos especiales, hasta pavos rellenos venden esos días, adornados, rellenos, listos para meter al horno solamente. Lo mejor de todo es que todo sabe súper rico y a muy buenos precios. Pregunta por el señor Javier y su esposa que son los únicos amables en la tienda.